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¡Quiero mi cocol!”, era el grito que por más de 45 años caracterizó al personaje del actor Jorge Arvizu, el viejito cascarrabias llamado “El Tata”; ahora que el hombre que le dio vida ha muerto, a los 81 años, a causa de una insuficiencia cardiaca, y su hija Karina Arvizu revela: no le gustaban los cocoles.
“Esto es un secreto, a mi papá no le gustaban los cocoles. Una vez fuimos a Puebla en una gira y los meseros muy amables le llevaron una canasta de cocoles de nata, con una cara de gusto, y él los agradeció mucho, pero cuando se fueron me dijo: ‘es que no me gustan los cocoles’”, contó Karina, agregando que esa frase se le ocurrió a su padre porque le gustaba cómo se escuchaba.
También compartió que este viejito de bata roja a cuadros, que apareció por primera vez en 1969, en el programa La criada bien criada, fue inspirado en un hombre mayor que vivía en la casa de huéspedes donde Jorge Arvizu se quedó cuando llegó de Celaya.
Pero existen otros personajes a los que les dio vida y que adoró, según contó su hija. “El ‘Tío Lucas’ era uno que a él le encantaba doblar, Pedro Picapiedra es su icono; yo siempre he dicho que si quieren conocer a mi padre, psicoanalicen a Pedro Picapiedra, son igualitos”.
Conocido como el “El hombre de las mil voces”, Arvizu consolidó una carrera en el doblaje, dando vida a los personajes animados de Hanna Barbera, como Pedro Picapidera (Los Picapiedra), Scooby Doo, Benito y Cucho de Don Gato y su Pandilla, además de El Gato Félix, el Pájaro Loco y El Superagente 89.
Además de su voz, puso cuerpo y rostro a personajes de más 25 películas, además una decena de telenovelas y series. Su última aparición fue en el filme Fachon models, en febrero.
La política fue parte de su vida, apoyando al PRD, y particularmente a Andrés Manuel López Obrador.
Su viuda Amalia Ochoa Hernández, con quien tuvo un matrimonio de 54 años, y sus dos hijas, lo despedirán mañana; luego será cremado y sus cenizas serán esparcidas en el mar de Acapulco.