El caribbean power de Bomba Estéreo, agrupación de Colombia, fue la mejor opción para cerrar las actividades de la Séptima Edición del Festival Internacional Siguientescena de Querétaro.

Con los primeros “bit” de los colombianos, la noche del domingo 17 de agosto, en Plaza de Armas, empezaron los “apañones” por parte de la policía turística y la municipal de Querétaro.

Fue una redada selectiva y milimétrica, como si hubiera sido ensayado con anticipación o fueran parte de la Creación Colectiva de artistas de danza y circo, pero con tolete y “basculeadas” a precisión.

En el escenario la banda originaria de Barranquilla, Colombia, daba su show de psicodelia caribeña, rap con sabor a guanábana y plátano. “Somos colombianos, pero también somos mexicanos”, dijeron.

Liliana Saumet, la cantante, con gorrita de cholo, portó una camiseta que en su pecho decía: “I can’t sit whit us”.

Por los pasillos del parque, entre familias, y niños jugando con globos, pasa un oficial turístico, con un joven sometido, en modo de “en friega”. Son los mismos oficiales que en Plaza de Armas, con shorts gris y camisola rojo-mamey, le explican amablemente y con una sonrisa la ubicación de las calles y las iglesias más bonitas de la ciudad.

El escenario colocado en Plaza de Armas, corazón cívico de la ciudad de Querétaro, empezó a temblar por los decibeles de Bomba Estéreo, y los brincos de los asistentes, poco más de mil, entre público, vendedores ambulantes, familias en plan paseo e indigentes que durmieron la mona en los portales de la Plaza, como si nada estuviera pasando.

En el escenario, el director del Festival Internacional Siguientescena, Luis René Venegas Ramírez, citó a Confucio y Sócrates (un iluminado y un filósofo) y dijo que “mientras haya niños lastimados en la franja de Gaza, no habrá festivales de cultura suficientes”.

No tan lejos como Gaza, sólo a unos pasos del Festival Siguientescena, en los portales de Plaza de Armas, tres jóvenes eran sometidos y sus mochilas eran supervisadas en busca de sustancias prohibidas. Uno de los oficiales examina, intrigado, en la mata rastafari de uno de los detenidos, no sea que traiga algo el imperfecto entre tanta pelambrera. No encuentran nada y dejan ir a los jóvenes.

El delito era vestirse como maleantes, a pesar de que se veían tan “chilapastrosos” como los músicos que estaban en el escenario, tan greñas largas como invitados de honor del Festival Siguientescena, tan “jipis” y fachosos como los artistas de la noche.

Liliana Saumet, vocalista de Bomba Estéreo de Colombia canta: “Gan-ya, Gan-ya, Gan-ya”, que significa marihuana. Liliana entona: “Tú quieres que me ponga buena para que te mantenga, venga, venga, venga...”.

Al final, se detuvieron a dos personas, se confiscó una bolsita con yerba rara, además de tres cervezas en bote que fueron vaciadas en un arbolito.

Otro parroquiano es sometido por la autoridad: lo dobla, lo tiran, lo hincan, lo embarran contra la pared; pero está tan intoxicado con quién sabe qué cosa, que ni cuenta se da que la tremenda paliza.

Bomba Estéreo da sus últimas pinceladas de techno-caribbean y así concluyó el Festival Internacional Siguientescena de Querétaro, con “apañones” y música de gran poder y letras pegajosas: “Tú lo que quieres es te lo ponga, que te lo ponga, te lo ponga”.

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