La espera por Flans en Querétaro culminó con la visita que hizo el trío mexicano en los interiores del Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez, donde se vivió una noche de mucha energía, recuerdos y canciones clásicas.
Desde las 19:00 horas, los fanáticos de toda la vida de las estrellas ochenteras se dieron cita a las afueras del inmueble para vivir una noche de recuerdos de la década que le dio un color único a la música.
Un grupo telonero calentó los motores de los efusivos admiradores que con ansias, aplausos y chiflidos esperaron el arribo de la agrupación.
En punto de las 21:00 horas, un video con los momentos más memorables de la trayectoria del grupo, a partir de 1985, encendió los ánimos y así es como Ilse, Ivonne y Mimí salieron al escenario vestidas en negro y plata interpretando "Yo no sería yo”.
El auditorio estuvo a dos tercios de su capacidad y una producción escénica similar a la usada en sus conciertos del álbum Primera Fila, con los músicos que las han acompañado en las últimas décadas; un ensamble musical pop conformado por un bajo, dos guitarras, teclados, batería y las coristas, todo para ofrecer una atmósfera que colmara el inmueble de Avenida Constituyentes de una producción digna.
"A ver si se acuerdan chicos, viva Querétaro", las filas se levantaron y el baile inundó los momentos con un popurrí del álbum Primera Fila con canciones como: "Me gusta ser sonrisa", "Esta noche no", "Giovanni Amore", "Tiraré", entre otras.
Posteriormente, Mimí se sentó al proscenio de la tarima e interpretó la balada "20 millas".
Para cambiar el tono, las intérpretes cantaron "Verde más allá" de Jenny and the Mexicats. "Oigan qué bonito baila mi Querétaro, aquí sí mueven las caderas", dijo Ilse a su público después del cover.
"Alma gemela" y "Quédate a mi lado", fueron los temas que al unísono coreó el auditorio en acompañamiento a Flans.
Un recorrido amplio en popurrís y canciones sobre los 30 años de carrera artística de la agrupación ofreció el concierto, en el que en orden descendente las intérpretes llevaron a su público al año 2000, los noventas y los resaltantes ochentas, pero sobre todo una agradable noche en la que no pudieron faltar los temas más entrañables con los que vivió toda una generación musical, con lo que se cerró con un cúmulo de memorias para los fanáticos de un grupo que, sin duda, marcó una etapa musical en México.