Si algo quedó a deber Luis Miguel a los queretanos en 2011, con un concierto de menos de una hora en La Corregidora, quedó saldado.
Desde el traje que portó el cantante al salir al escenario de color negro e impecable, elegante desde camisa al calcetín, y garbo en su manera al cantar.
Llegó tarde al escenario, casi una hora. Pero ofreció dos horas de show y se lució con un repertorio que abarcó temas de todo y para todos.
Fue un show a la carta: “¿Qué quieren escuchar?”, dijo “El Sol” a sus incondicionales, que sumaban miles y llenaron el Josefa Ortiz de Domínguez, y lo festejaron como si les estuviera pidiendo matrimonio.
Fue un recital perfecto, desde las luces y el sonido, el adecuado para una de las mejores voces que tiene México.
Los músicos tocaron con precisión de navaja suiza, y gracias a ellos y el sonido, se podía escuchar a detalle los malabares vocales de Luis Miguel.
Cantó a dueto con Frank Sinatra, gracias al video, para que no quedara duda del tamaño que Luis Miguel tiene como crooner.
Cantó boleros, que son de los que más le gusta a la gente: “La historia de un amor”, “Si te vas”, “Entrégate”, “La incondicional”, “No sé tú”, “Contigo aprendí”, “El día que me quieras”, y muchas más.
Más que canciones, la fanaticada las celebraba como indirectas muy directas de amor apasionado entre el artista y cada una de ellas.
¡Luis mi rey! ¡papito! ¡mío! ¡todo contigo! ¡soy tuya! ¡dame más!.., gritaron las fans, siendo ellas el 80 por ciento de las presentes, de todas las edades y condiciones sociales.
Todo caminaba bien en el concierto, pero cuando salió el mariachi al escenario, a las 23:05 horas, todo fue mejor. Gritos, hurras y suspiros se escucharon por doquier
Cantó “El Rey”, y el trago amargo de escuchar, previo a esto, los villancicos con Luismi quedó en el olvido.
Con “Tu traición”, “Que seas feliz” y “La Bikina”, tocó fibras sensibles y despertó sentimientos de aquellos que duelen, pero cómo gustan.
A medio camino, un popurrí con las de antaño, las que todos se saben: “Decídete”, “Los muchachos de hoy”, “La chica del bikini azul”, “Cuando calienta el sol”, y un largo etcétera.
Luis Miguel se presentó en Querétaro como parte de su “Gira de los Grandes éxitos”, que inició en 2010 y ha repetido en los últimos tres años.
En otras palabras, si usted lo vio hace dos años, lo más seguro es que no se haya perdido de nada nuevo, excepto el tiempo que le dedicó a la gente.
Es verdad, Luis Miguel no arriesga musicalmente hablando, que le sobra elegancia y le hace falta gracia en el escenario, que ya con la edad baila muy poco y pocas veces hace el brinquito a la Karate Kid que tanto lo caracteriza.
Es una realidad que el pelo es cada vez menos en la cabeza y la panza crece, que no da grandes discursos en el escenario.
Pero Luis Miguel es simplemente Luis Miguel, una de las mejores voces que tiene México y eso, para miles, sino es que millones de seguidoras y seguidores, es suficiente.