Al frente del restaurante bar El Caserío, distinguido con múltiples reconocimientos a su servicio y cocina internacional de alta calidad, está Sergio Salmón Franz, un hombre apasionado por su trabajo, que inició su historia en la industria restaurantera cuando apenas tenía 17 años de edad.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, el empresario recordó que su primera experiencia en el mundo restaurantero fue a los 17 años. “Saliendo de la preparatoria me metí a trabajar en un restaurante, recogía ceniceros, ni siquiera me dieron la oportunidad de ser ayudante de mesero, ya después subí de puesto, dentro de la misma empresa, y con eso pude juntar para irme de viaje un año y medio a Europa, de maleta al hombro y pidiendo aventón, arriesgando la vida”.
Como una grata experiencia describe hoy esa aventura. Un viaje que le dejó como enseñanza el valorar el hogar, su familia y amigos. “Tuve la oportunidad de decidir si continuaba allá mi vida o regresar a México. Y decidí volver a casa”.
En su retorno a México, nuevamente volvió a trabajar en restaurantes. Inició sus estudios en Sistemas Computacionales, hasta que tomó la decisión de dejar esa carrera y comenzar a estudiar Administración Turística, su verdadera vocación.
“Ahí encontré lo que me hacía feliz. Y de ahí en adelante lo demás es historia, muchísimas horas de trabajo, sí, pero cuando te apasiona algo no piensas que estás trabajando”, dice con certeza el empresario.
Luego de ser director general de un importante restaurante en la ciudad de México, se presentó la oportunidad de independizarse y comenzar en Celaya el proyecto de El Caserío, que en este mes de abril celebra 20 años de servicio ininterrumpido.
Los retos durante estos años, dice, han sido muchos y todos los han afrontado con “entereza y constancia, la constancia es lo que nos ayudó a seguir, y muchas horas de trabajo”.
El Caserío ha sido distinguido con los reconocimientos de: Tenedor de Oro, Distinto H, Distintivo M, Premio a la Excelencia, Calidad Total, Círculo de Calidad, Mejor Negocio y Excelencia Turística, por mencionar algunos.
Pero el verdadero reconocimiento, agrega, “es el público, el público que te acepta y que vuelve”. Y grandes personalidades de la vida política, deportiva y de espectáculos han degustado las creaciones gastronómicas de El Caserío Celaya y Querétaro.
Arte y gastronomía. El arte es un distintivo más de esta empresa. Han apoyado proyectos artísticos como la Bienal de Pintura Santangel; y músicos de todos los géneros se han presentado en El Caserío, en sus dos sedes.
Este acercamiento a las artes no es ajeno para el empresario, cuando tenía 14 años era un rockero y experto en la batería; y también siente gran afinidad por la pintura y las letras. En la carta de El Caserío se puede apreciar la obra pictográfica del reconocido pintor Santiago Carbonell y varios pensamientos de Sergio Salmón Franz.
“No estoy cerrado a eso, apoyaré siempre a la cuestión artística, todo lo que tenga que ver con la pintura. Hay infinidad de amigos que he conocido aquí y admiro mucho porque pueden plasmar en un lienzo sus sentimientos, como nosotros lo hacemos en un plato, va muy ligado el arte gastronómico con el arte plástico”.
Sergio Salmón Franz, en el marco del aniversario de El Caserío Celaya, compartió que el futuro de la empresa es seguir trabajando, crecer y mantener satisfecho el gusto de todos sus visitantes.