Hace más de nueve años un joven francés llegó de visita a México, y se encontró una cultura llena de colores y calidez humana. Su objetivo era aprender a hablar español, así como conocer nuevas costumbres y tradiciones.
Por un año vivió felizmente en la ciudad de Querétaro. Durante ese tiempo hizo una gran cantidad de amigos, quienes debido a su lugar de origen, lo apodaron “El Franchute”. Desde entonces es conocido y presentado de esta manera.
“Cuándo viví aquí extrañaba mucho las pizzas tradicionales de Francia y los kebabs; pero en realidad aún no pensaba en crear algo más allá”, dijo El Franchute.
Al regresar a su país, comenzó a sentir nostalgia por México, por lo que al poco tiempo regresó con la idea de fundar un restaurante que ofreciera el sabor fiel de los platillos de París, Marsella, Nimes o Versalles.
Comenzó abriendo un local aledaño al parque de Jardines de la Hacienda. El concepto era un establecimiento de comida rápida, prácticamente solo para llevar. El sabor, la calidad y la innovación en cada preparado hicieron del restaurante una de las pizzerías favoritas de la zona.
Por problemas personales, El Franchute tuvo que cerrar alrededor de cuatro meses. Sin embargo, el fundador aprovechó ese tiempo para pensar en reabrir el lugar con mayor fuerza y regresó con una nueva propuesta.
A mediados de 2015 inició una nueva etapa en la calle Plaza del Carmen #8 colonia Las Plazas, un restaurante con un toque más clásico, ideal para sentarte a disfrutar de una pizza recién salida del horno.
El logotipo cambio y el menú se amplió a más de 20 platillos. “He tenido la suerte de haber viajado bastante, así que en cada pizza hay algo de los lugares en los que he estado”, expresó El Franchute.
Al entrar te recibirá una pequeña réplica de la Torre Eiffel, así como banderas de Francia y cuadros de músicos reconocidos del país: Serge Gainsbourg, Jacques Brel y Edith Piaf.
El platillo estrella es el “Mastok”, una pizza blanca, es decir a base de crema, con tocino, miel, nuez y queso de cabra. Este preparado, además de ser único en Querétaro, lleva el nombre del bull dog francés del propietario, debido al cariño especial que le tiene.
Por otra parte y como plus del negocio, cuentan con un food truck instalado en “La Glotonería”, un food park en la carretera a San Luis Potosí. Ahí también gozarás del sabor peculiar de las pizzas de masa delgada, crujiente por fuera y suave por dentro.