Al estilo del siglo XIX, cuando estaban de moda las famosas tarjetas de visita, niños, jóvenes y adultos se dejaron retratar y ellos mismos hicieron la impresión de su imagen en la técnica de cianotipo, conocida como blue print, aunque igual se puede hacer una impresión en tono sepia, que es el color más común en las fotos antiguas.

El ejercicio lo realizó la Escuela de Fotografía Activa de Querétaro y la empresa Momentos Fotográficos, en el festival de diseño Maldito buen gusto, y fue tanto el éxito que ya preparan una sesión más, para el próximo 26 de mayo.

Luis Beltrán, director de la Activa, dijo a EL UNIVERSAL Querétaro que es importante enseñarle a las nuevas generaciones la historia de la fotografía y el valor de tener en las manos una imagen.

El mismo Luis se divirtió modelando como en el siglo XIX, cuando los señores, vestidos con sus mejores galas y portando distinguidos accesorios, como un lujoso reloj o su bastón, acudían a retratarse; pero en esta época se usa iPhone y unos buenos audífonos, así fue retratado el experimentado fotógrafo.

En una actualidad, donde la mayoría de las personas tienen acceso a la inmediatez de una imagen por medio del teléfono celular, es importante conocer la evolución que ha vivido la fotografía.

“Cuando pasaban las personas los invitábamos a tomarse una foto como en el siglo XIX y de inmediato volteaban. Los que se asombraban más eran los chavos entre 12 y 15 años, salían sorprendidos de los resultados, porque son fotos muy bonitas, muy artísticas, ahora con tanto uso del celular y las nuevas tecnologías, volteas muy poco al pasado, y esto fue un buen ejercicio para acercarlos a la fotografía y a su historia”, detalló Beltrán.

América Perrusquia, directora académica de la Activa, explicó el trabajo que se realiza para una foto de cianotipo. “Uno de los primeros procesos del siglo XIX, llamado cianotipo, tiene como característica principal el color azul o cian, pero que también se puede alterar con ácido tánico para darle un tono sepia”.

Apoyados por la tecnología, agilizan el proceso, pero el resultado es fiel a la antigüedad. Se inicia con la toma de la imagen con una cámara digital, se pasa a la computadora, se ajusta la imagen en un programa de edición, se imprime un negativo en acetato con inyección de tinta, después se emulsiona el papel con químicos, se pone el negativo y se pasa a una plancha de rayos UV, en donde se expone para que la imagen se imprima. Por medio de un baño de químicos se obtiene una tonalidad saturada al azul o en tono sepia.

La maestra egresada de la Escuela Activa de Fotografía destacó que esta institución quiere rescatar las técnicas fotográficas del siglo XIX.

Buscamos hacerle ver a la gente que la inmediatez de la imagen no quita lo encantador que tienen los antiguos procesos, por eso queremos que los conozcan”, agregó.

La próxima sesión de este interesante ejercicio, será el sábado 26 de mayo en la Escuela de Fotografía Activa de Querétaro, de 11 de la mañana a 4 de la tarde.

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