El escritor británico Robert Louis Stevenson señaló: “Yo no viajo para ir a alguna parte, sino por ir. Por el hecho de viajar. La cuestión es moverse”. Síntoma de inteligencia, sed de experiencias y conocimiento, viajar es un tema apasionante que comienza desde las perspectivas, los anhelos y, también, por el tema de empacar. Ya lo dijo Antoine de Saint-Exupery: “Aquel que quiera viajar feliz, debe viajar ligero”. Y el consejo aplica no sólo para el equipaje, sino también para la actitud.
En un arranque de honestidad, el diseñador Marc Jacobs dijo: “¡Odio empacar!, es algo con lo que me cuesta mucho trabajo lidiar. Invierto mucho tiempo y el resultado siempre es malo”. Señor Jacobs, usted no es el único que se encuentra en tan penosa situación, ¡somos miles! Según el modelo e icono de estilo, Patrick Petitjean, la clave para no complicarse la vida es la siguiente: “Empaca sólo aquello que ya conoces, que puede combinarse entre sí y que no requiere mucho mantenimiento. Tienes que ser flexible. ¡Estás viajando, no mudándote de casa!”.
Petitjean tiene razón. El punto es que, para no llevar la casa a cuestas, hay que conocer perfectamente nuestro estilo y saber qué piezas resultan indispensables para el viaje a realizar. Dicho lo anterior, analicemos cuatro estilos de papás viajeros quienes, ya sea por motivos de trabajo o placer, se encuentran en constante movimiento.