No hay como una lonchera divertida y dotada de ricos alimentos. La comida del refrigerio escolar es una de las colaciones más importantes para el desarrollo intelectual y crecimiento de los pequeños. Por ello, nutriólogos y chefs coinciden en incluir proteínas, frutas y verduras en esta cajita de sorpresas.
“Es importante planear semanalmente la comida escolar de nuestros hijos, ya que esto ayudará a tomarse menos tiempo en su preparación y evitarás estar corriendo a la hora que el pequeño tenga que irse a la escuela.
Recuerdos culinarios
“Recuerda que el ‘lunch’ de mamá es inolvidable y se guarda en la mente hasta la edad adulta. Por ello, éste no debe aburrido; además, de tener un olor agradable”, explica Sergio Camacho, director de Alimentos y Bebidas de Grupo Ambrosía.
Gisela García, chef de comedores de la misma empresa, dice que el argumento de mamá es no tener tiempo de preparar la comida escolar y su deseo es cocinarlo de manera rápida y sencilla.
La chef dice que un buen tip para lograr no complicarnos la vida a la hora del ‘lunch’ es tomar ventaja de algunos productos, como la gelatina que se puede preparar un día antes, y ya cuando tengas que incluirlo en la lonchera sólo agregarle fruta, yogur o cereal.
“Otro tip es tener lavadas, desinfectadas o hervidas las frutas y los vegetales; hacer las ensaladas un día antes y al final sólo añadir aderezo o complemento; decorar con frutas que no se tengan que picar (frambuesa, uva, zarzamora y cereza), así ahorrarás tiempo y además logramos que el almuerzo sea nutritivo, fácil y atractivo para los niños”, advierte Gisela.
La profesional en artes culinarias, agrega que por la mañana es recomendable la fruta, la cual puede ser combinada o acompañada con leche, yogur o algunos helados.
“En el caso de las frutas, es importante incluir algunos cítricos, ya que son ricas en vitaminas C, como la toronja, limón, mandarina o naranja.
Alex Capalvo del restaurante Sabores, agrega que es importante incluir ingredientes coloridos y de diversas formas, para que no sea aburrido y los pequeños coman con gusto.
“En el caso de las verduras se puede recurrir a la zanahoria, la cual posee muchas vitaminas y es colorida y de un sabor que se combina con muchos ingredientes. También se puede incluir lechuga, jícama, jitomate, espinaca, espárragos y pepino, que a su vez se puede combinar con un toque de jugo de limón, aceite de oliva o chilito piquín”, dice Capalvo.
Nutrición divertida
Mucho le han atribuido al ‘lunch’ como el causante de la obesidad infantil en nuestro país, pero la realidad es que todas las comidas son imprescindibles y por ello tienen que ser nutritivas.
“Es importante tomar en cuenta que la comida escolar representa sólo el 10% de las calorías que los niños consumen en un día, y su función principal es la de proveer energía a media mañana para que los pequeños sigan estudiando y desarrollando actividades físicas”, explica la nutrióloga Marybel Yáñez.
Las calorías que se consumen al día deben guardar cierta proporción dependiendo del tiempo de comida (desayuno, comida, cena y colaciones). Es decir, si un niño que necesita mil calorías al día, esto representará el 100% de su dieta.
La nutrióloga afirma que otro punto importante es no perder de vista la hidratación de los pequeños. Lo más recomendable es darles agua natural o de sabor pero sin tanta azúcar, ya que el azúcar pertenece al grupo de los hidratos de carbono (carbohidratos) y todo grupo en exceso se convierte en grasa. En ocasiones se cree que los líquidos son inofensivos, pero si están llenos de azúcar, al contrario, son dañinos para la salud.
“Recuerda que no hay alimentos buenos ni malos, sino buenas y malas combinaciones, y que el exceso de cualquier grupo de alimentos se convierte en grasa y por eso subimos de peso.
“Comienza a aplicarlo en tus hijos y sobretodo, en ti incluyendo a papá, ya que el ejemplo de una comida balanceada será imitada por tus hijos”, advierte la experta en nutrición.
Loncheras saludables
La nutrióloga Marybel Yáñez, dice que los alimentos de la lonchera deben ser: ricos, ya que a los niños no les gusta mucho los sabores insípidos, así que agrega alimentos o condimentos divertidos y “de niños” como chamoy, chile piquín, lunetas, chispas de chocolate. Lo sano no está peleado con lo divertido.
También tener variedad, procura no repetir el mismo ‘lunch’ en la semana. Cada alimento contiene nutrimentos distintos. La mayoría de los infantes terminan por cansarse de lo mismo y terminarán regalando o tirando su comida.
No olvides las calorías para que tu hijo no se quede con apetito. Aunque suficiente no significa excederse. Sobrealimentar provoca obesidad.