En el Museo de Arte Sacro, en el marco del programa “Ágapes culturales del Museo”, se celebró el ritual de la Cena Pascual Hebrea, con la guía del padre José Martín Lara Becerril. La invitación se realizó al público en general y fueron 70 personas las que participaron en este evento encaminado a la Semana Santa.
El rito de la Pascua Hebrea es una celebración que se realiza en familia, explicó Lara Becerril, “un rito como lo hacen los hebreos hoy día, como se ha venido haciendo a lo largo de muchísimos siglos que es la Pascua del pueblo hebreo”.
El centro es la narración de la Pascua, que empieza con una pregunta que hace el niño más pequeño de la familia ¿Por qué esta noche es distinta a las otras noches?, entonces el papá empieza a explicar el sentido de la Pascua con la narración de la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto.
La cena se compone de diversos elementos. La ensalada de hierbas amargas que lleva lechuga, ensalada y apio con vinagre, este platillo evoca las amarguras que padecieron durante la esclavitud.
El pan ázimo, elaborado sin levaduras, “es el recuerdo que la salida de Egipto fue tan presurosa que al pueblo no le dio tiempo de dejar que esponjara el pan”. El platillo principal es el cordero asado, sin ningún tipo de aderezos, y va acompañado con arroz blanco y huevo cocido que es el recuerdo de una nueva vida. Y el vino que se sirve expresa “la alegría de la salvación, la alegría del pueblo escogido”.
“No es una cena de placer, es una cena de significado teológico, nosotros como católicos hacemos este rito por la razón de que estamos muy próximos a vivir las fiestas de la Pascua cristiana, y una celebración pascual de este tipo a nosotros nos ayuda a prepararlos de una manera catequética al misterio más grande de nuestra fe, que es la pasión, muerte y resurrección de Jesús, porque en una cena como esta Jesús dijo: Este es mi cuerpo y está es mi sangre. Entonces, precisamente, para nosotros tiene este alto sentido catequético”, refirió el padre José Martín Lara Becerril.