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Puerto Rico.— Con la publicación en días recientes de un segundo trailer de la cinta Star Wars: The Force Awakens además de la euforia generada entre los fanáticos de esta saga cinematográfica, entre la comunidad de expertos y aficionados a las ciencias ha despertado mucha curiosidad el nuevo androide que hará su debut en esta cinta, programada para estrenar en Navidad de 2015.
Se trata de BB-8, que ya se había dado a conocer popularmente como el “robot pelota” pues su cuerpo parece consistir de un balón un poco más grande que el de baloncesto con otra “medio pelota” como cabeza.
De acuerdo con informaciones de allegados al rodaje de la película, cuando llegó el momento de decidir cómo BB-8 llegaría a la pantalla, el director JJ Abrams estuvo claro en que no quería repetir el error de su colega, el director George Lucas. Este a pesar de ser el creador del universo de Star Wars fue duramente criticado por haber resuelto los efectos visuales de la trilogía Star Wars Episodios I, II y III con efectos generados en computadora CGI que restaron credibilidad y naturalidad a la acción dramática.
Por eso Abrams se negó a que BB-8 fuera una imagen generada en ordenador (que de seguro hubiera sido la vía más fácil).
“Es mejor que los actores tengan algo para interactuar en lugar de tener un espacio vacío frente a ellos” se explicó en el evento Star Wars Celebrations 2015.
Debut polémico. El asunto es que BB-8 tuvo su debut fuera de cámaras de cine precisamente en el evento Star Wars Celebration 2015. Allí apareció junto a su colega y predecesor, el siempre adorable R2-D2.
De inmediato nacieron las teorías sobre cómo funciona BB-8.
A simple vista el movimiento del robot casi desafía la gravedad.
La cabeza, similar a la de R2-D2, parece flotar en el área superior de la base móvil circular, pudiendo rotar en 360 grados y siendo más liviana que el cuerpo.
El “ojo” del robot consiste en un lente grande y negro.
Conocedores de robótica y mecánica automotriz entienden que es probable que tenga un giroscopio y acelerómetro para mantener el equilibrio, un imán para que la cabeza mantenga unos pocos milímetros de separación del cuerpo y sea manejado a través de radiocontrol.
Pero la verdad es que BB-8 ya tuvo un predecesor.
Es el Sphero, una bola robótica que se puede controlar mediante una aplicación para smartphone a través del sistema Bluetooth.
Puede moverse en cualquier dirección, sólo utilizando el joystick en la pantalla.