El ayuno cada dos días para perder peso perjudica la acción de la hormona reguladora del azúcar, la insulina, lo que puede aumentar el riesgo de diabetes, según datos presentados en Barcelona en la reunión anual de la Sociedad Europea de Endocrinología (ECE) de 2018. Estos hallazgos sugieren que las dietas basadas en el ayuno pueden asociarse con riesgos para la salud a largo plazo y se debe analizar cuidadosamente antes de comenzar dichos programas de pérdida de peso.
La diabetes tipo 2 es una epidemia mundial en crecimiento que a menudo se atribuye a una dieta deficiente y un estilo de vida sedentario, por lo que está estrechamente relacionada con la obesidad. El nivel de azúcar en la sangre está parcialmente regulado por la hormona insulina, producida por el páncreas. Si los niveles de insulina son demasiado bajos o el cuerpo se vuelve resistente a sus efectos, los resultados de diabetes tipo 2 y los niveles altos de azúcar en la sangre pueden causar problemas de salud graves, incluidos daño cardiaco, renal y ocular.
Además de las estrategias médicas utilizadas para tratar la diabetes tipo 2, también se aconseja a los pacientes que realicen cambios en su estilo de vida y dieta para perder peso. Recientemente, las dietas de ayuno intermitente han ganado popularidad general para la pérdida de peso, sin embargo, la evidencia sobre su éxito ha sido contradictoria y hay una falta de conocimiento y debate sobre sus efectos potencialmente nocivos a largo plazo para la salud.
Investigaciones previas también han demostrado que el ayuno a corto plazo puede producir moléculas llamadas radicales libres, que son químicos altamente reactivos que pueden causar daño al cuerpo en una célula y pueden estar vinculados con la función del órgano, el riesgo de cáncer y el envejecimiento acelerado.