Para Jessica Zermeño, la magia del teatro llegó a su vida a los nueve años en un verano, aun la actriz busca dentro de sus recuerdos cómo fue que se dio, ya que el curso concluía con una obra donde los actores principales iban en un nivel avanzado y los demás terminaban siendo parte de la coreografía o el árbol 4.

Pero para sorpresa de Zermeño lo que siempre se propone lo logra y fue así como le dieron el papel protagónico de Lina Lamont en Cantando bajo la lluvia.

“Me acuerdo que siempre le decía a mi mamá que quería ir a ese curso para hacer una obra, ya después en la prepa me metí a un taller, al salir estuve en una academia de teatro independiente que se dedicaba hacer una labor muy importante”, narra nuestra entrevistada.

La compañía era la Casa de la Cultura, Enrique Ramírez Ramírez, en la Ciudad de México, todos los domingos daban dos funciones.

En 2005 Jessica emigró a Querétaro. “Hubo un casting en el Corral de Comedias de la obra Monstruos El Musical”, en aquel tiempo trabajaba para un medio queretano. “Pero todo lo que hacía era ir a las obras, todo me agendada, en los teatros me conocían por ser reportera y cubrir la nota; en algún momento llegué al casting y estaba don Paco Rabell y se me quedó viendo, tú qué haces aquí. Se quedó gratamente sorprendido y para fortuna me quedé en ese musical con uno de los papeles que más me interesaba que era una niña monstruo que se llamaba Belinda”.

De teatro en teatro. Como parte de su formación, Jessica dice que fue una experiencia que no olvidará y vivirla en el Corral de Comedias es algo significativo. En Sol y Luna realizó participaciones relámpago, pero en ese momento, antes de concluir Monstruos, decidió estudiar actuación en el INAI.

Con el director del INAI, Alecxandro Vaguiore, también tenía sus obras al igual trabajó para La Fábrica. Y para el 2009 concluye la carrera de actuación, “empecé a ver que podía dejar a un lado el medio de comunicación en el que trabajaba y que de alguna manera fue una fuente de ingreso que me solventaba mucho”.

Su primera oportunidad. El primer día de su actuación había un empresario —Fernando Maldonado— del Teatro Multiforum como invitado, “ya le había tratado de vender la obra, pero él no había querido hasta que yo la montara, me dijo, yo quiero verla para ver si le puedo apostar a esto, lo invité le dije que me habían dado tres días en el Teatrito La Carcajada, ven a verme, vino, la vio y cuando salió me dijo que me quería dar una temporada”.

El sábado pasó lo mismo, se llena el teatro, cuando termina la función, era su primer monólogo, ¡Sí, acepto!, algo que la actriz recuerda como algo que la hizo crecer, “fue la primer historia, algo que escribí para mí, el final era algo muy personal porque el enfrentarte y exponerte ante 100 personas, no es fácil”, dice.

El que fuera el Teatrito La Carcajada que de alguna manera Chito y Co-k hubieran confiado en ella fue reconfortante, “Me dijeron que estaban sorprendidos porque normalmente rentan el teatro, pero no pasaba esto, queremos que te quedes en temporada todos los jueves, cuánto tiempo, te damos un mes más”.

La oferta que en ese momento se le había presentado la rechazó, “al ver que no habían confiado en mi proyecto preferí quedarme en La Carcajada”.

Al cuestionarle que si pronto volvería a estar en cartelera con Sí, acepto, respondió que “no hay una presentación próxima. En esta nueva etapa de mi vida estoy muy enamorada, que la última vez que la hice fue un poco difícil porque las palabras, todo el significado del final eran muy importantes y muy llegadores para mí. Y ahora ya no tiene esa importancia tan personal”.

Jessica adelantó que para octubre-noviembre lanzará su nueva obra: “El tema es sobre ‘divorciadas’, que aborda la situación de qué pasa cuando hay una separación, como un nuevo aire, las señoras que vuelven hacer de 20 años y que ligan con chavos, que se quedaron con toda la lana del marido y nunca fueron felices pero esa es su prioridad”.

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