Días de lluvia, granos de café y sueños son ingredientes fundamentales para tener éxito y crecer en tu propia banda, así lo menciona Diluvia, agrupación queretana de dream rock que se formó hace seis años por tres jóvenes apasionados, entregados y con una sola meta en común: vivir la música.
La banda está integrada por Ricardo, bajista y guitarrista; Tatiana, bajista y vocalista; Mooki como baterista, quien aprendió a tocar ese instrumento desde los 13 años.
Los músicos decidieron iniciar este proyecto en 2010. Un año después logaron grabar su primer álbum. Gracias a su pasión y profesionalismo han lanzado dos discos, un EP y grabado un video en vivo.
Con muchas metas a futuro, talento y pasión natural por lo que hacen nos invitaron a conocer el proceso de la banda, su historia y los detalles de sus producciones discográficas.
¿Cómo nace la idea de crear una banda?
—Bueno yo (Rich) había grabado unos demos antes, después conocí a Tatiana, a ella también le gustaba mucho la música por lo que decidió ponerle voz a los demos, nos gustó mucho el resultado. Para ese momento ambos ya habíamos participado en algunas bandas y queríamos armar algo propio.
Platíquenos un poco de su trayectoria personal.
—Ricardo, guitarrista: Desde pequeño me llamó mucho la atención la música, a los 13 años me compré un bajo que mi hermano estaba vendiendo. Más adelante colaboré en varias bandas en mi adolescencia, pero fue hasta una banda de punk llamada Druck que inicié formalmente tocando el bajo. Después formé Diluvia con Tatiana cambiando el bajo por la guitarra. Estudié Ciencias de la Comunicación, trabajé en un diario queretano y en una empresa de mercadeo. Soy originario de Monterrey, pero llegué a la ciudad a los 13 años.
—Tatiana, bajo y voz: Desde muy pequeña sentí atracción por la música, intenté tocar el piano pero el sistema clásico no fue lo mío. Estuve en una banda llamada Maple en la que solo cantaba. Fue hasta que conocí a Rich que decidimos formar Diluvia y comencé a tocar el bajo de manera profesional. Estudié también Ciencias de la Comunicación por la pasión a la fotografía, el arte y la producción musical.
—Mooki, batería: A los 13 años aprendí a tocar la batería. Inicié en una banda que se formó con un amigo llamada Neutro. Después comencé a tocar covers en bares por tres años. Con un amigo estuve tocando en una banda llamada Sweat Fingers con los que sacamos un disco en 2012. Posteriormente, en otra banda llamada Dos Más Dos y finalmente Tatiana y Rich me invitaron a tocar con ellos en Diluvia.
¿Cuánto tardaron en formalizar el proyecto?
—Tardamos alrededor de cuatro meses, entre que les poníamos la voz y los arreglos, hasta que dijimos ‘suena bien hagamos nuestra propia banda’ y comenzamos a buscar un baterista.
¿Cómo surge la idea del nombre?
—Una vez que ya teníamos armada la banda creo que lo más difícil fue ponerle un nombre. Queríamos un nombre que resaltara la esencia de nosotros, de la música y del grupo, es decir, que con el nombre las personas supieran de que se estaba hablando. Pero, finalmente, después de buscar millones de nombres un día se nos ocurrió Diluvia, pues somos fanáticos de los días lluviosos, además de que es como algo constante que empapa.
Muchas personas asocian los días lluviosos con nostalgia, ¿cómo definen su banda?
—El primer disco sí tenía canciones más melancólicas, no tristes o deprimentes, sino que los acordes eran más graves por lo que se asociaba con un ambiente así, pero no escogimos el nombre por ser melancólicos sino por la pasión y el gusto.
¿Cómo fue el proceso para grabar su primer disco?
—Muchas canciones ya las teníamos, pero cuando llegó el baterista le dimos más forma, agregamos nuevas y grabamos en el estudio de un amigo llamado Tormenta Records. Fue un proceso de ‘hágalo usted mismo’ debimos acoplarnos mucho a los recursos que se tenían, por eso mismo no se hizo presentación oficial, tocábamos las canciones en presentaciones con más bandas. Podemos definir el primer disco como de aprendizaje y crecimiento de prueba y error, además tuvo muy buena respuesta.
¿El diseño del disco es de ustedes?
—Pusimos una convocatoria en Internet para crear el diseño de nuestro disco. Nos escribió Víctor Báñales, de México, escuchó el disco y desarrolló la imagen conforme iba escuchando las canciones, nos mandó una idea y nos encantó.
¿Su música ha tenido influencia de otros músicos?
—Básicamente son los artistas que nos gustan como Modest Mouse, Sonic Youth, Can, Elastica, Fugazi, PJ Harvey, Smashing Pumpkins, Tricky, Explosions in the Sky.
Antes del segundo disco, ¿hicieron algún demo o producción extra?
—Sí, lanzamos un EP digital de seis canciones que era la continuación del primer disco con una sesión en vivo. Lo subimos gratis a Internet y logramos tener muy buena respuesta.
¿Cuándo lanzaron el tercer disco y cómo fue su proceso?
—El tercer disco lo lanzamos en noviembre del 2015 y lo llamamos Planet Swamp. Estuvo mejor planeado y producido, metimos el proyecto al Instituto Queretano de la Cultura y las Artes y recibimos el Apoyarte de ese año. Se grabó con Diego Ortega y se masterizó en un estudio profesional. El diseño del disco lo hizo Base Lunar.
¿En dónde se han presentado?
—Con el primer disco Blow Skies que surge en julio del 2011 nos presentamos únicamente en Querétaro, en diversos lugares como: Pixel, tributos a Nirvana y Radiohead, en Último Foro, en el Festival Somos Diseño en Plaza Constitución, tocamos en el Jardín del Arte y el Museo de la Ciudad, este último lo seguimos frecuentando, nos gusta mucho es como estar en casa, va mucha gente y da muchas facilidades.
Con el tercer disco salimos más, nos presentamos en el Festival Cervantino, en el Taladro Fest de Ciudad Victoria, la cual hasta ahora creemos fue de las mejores presentaciones. Tuvo muy buena organización, atención y buen escenario, tocamos en la Plaza principal, donde había un tianguis cultural y bandas de todos los géneros. En ese concierto nos compraron muchos discos y playeras.
¿Fue difícil posicionar a la banda o darla a conocer?
—Sí, al principio fue difícil hubo momentos de gloria y decadencia, era difícil picar piedra y buscar lugares pero no cedimos hasta que por fin empezaron a salir espacios y bandas. Lo difícil es darte a conocer, con el primer disco solo tuvimos presentaciones locales, con el segundo disco ya logramos presentarnos en Puebla, México, San Luis, Aguascalientes, Morelia, Cd. victoria, Guanajuato y Ciudad de México teniendo excelente respuesta.
¿Qué planes tienen a futuro?
—Nos gustaría grabar un disco más, pero por ahora le daremos el empuje al segundo. Queremos seguir presentándonos en más lugares de la República y quizás en un año o dos internacionalizarnos.