Desde el pasado 19 hasta el 23 de abril, justo en fechas de Pascua, la ciudad se llena de actividades culturales, esto gracias a la edición anual del Festival Cultural Santiago 2017.
Para esta ocasión, la temática central del evento son las conmemoraciones celebradas durante este año: Centenario de la Constitución Mexicana, 150 años del triunfo de la República y Centenario del Natalicio de Juan Rulfo.
Una serie de dinámicas que aproximan a la sociedad a un mundo de la cultura como talleres, conciertos, shows de danza y otros espectáculos se estarán realizando en distintas sedes de Querétaro, algunas de ellas son Jardín Guerrero, Teatro de la Ciudad, Rosalío Sonalo, Jardín Zenea e incluso en Santa Rosa Jáuregui y Santa María Magdalena.
Particularmente, el ciclo de conferencias se presentará en las instalaciones de la Antigua Estación del Tren, teniendo como escenario perfecto el antaño uso de transporte de los queretanos.
Edgardo Moreno, docente en la materia de investigación y escritor, platicó entusiasmado a los presentes detalles del viaje realizado por Maximiliano de Hasburgo, el cual hizo con la intención de conocer los departamentos del interior de Querétaro, pacificar la situación durante su mandato, además de conocer las necesidades de los habitantes y marcar territorio.
Por más de 38 años, el conferencista ha indagado en la vida del monarca, encontrando curiosidades e información valiosa. El emperador llegó a la casa de don Gaitán Rubio, ahora mejor conocida como la “Casona de los 5 Patios”.
Su primera impresión del estado fue pésima respecto al tema político, según redactó en cartas a Carlota, la Condesa de Hasburgo. En cuanto a la arquitectura, Maximiliano estaba completamente enamorado: “El día 17 llegamos a Querétaro, la ciudad es maravillosa, completamente italiana, con un acueducto espectacular…”, se lee en uno de los manuscritos.
Cuando el monarca visitó la ciudad, apenas había unos 30 mil habitantes. Recorrió las calles extasiado; conoció la Fábrica de Hércules y el molino, desde ese momento tuvo gran interés en las tecnología de las máquinas hilanderas.
Entre sus experiencias, Edgardo Moreno narra que un pequeño indígena fue bautizado en honor a su llegada en la Parroquia de Santiago, lo que lo llenó de júbilo, pues era algo completamente nuevo para él. “Me regalaron un indito chiquilin”, se lee en otra carta para Carlota.
“Hacer esta conferencia fue muy grato, es historia para los queretanos, es una forma de conocer su estado y recuperar la memoria. Me encantó ver a un público tan nutrido y participativo”, dijo Edgardo Moreno.
Por otra parte, el docente presentó otro de sus libros llamado Bosquejos del comercio en el centro histórico de Querétaro, un texto que narra cómo eran las plazas, los mercados, boticas, tiendas de abarrotes y peluquerías en la antigua ciudad.
Durante los siguientes días, más pláticas históricas se llevarán a cabo en la sala del recinto, y cabe mencionar que todas las actividades del festival, incluso en espacios cerrados, son gratuitas y abiertas al público en general.