En un ambiente inspirado en México y la tradición de la charrería, Viñedos Azteca celebró su segunda visita del año abierta al público llamada “Formación de racimos”, la cual forma parte de un conjunto de eventos dirigidos, “Camino a la vendimia”, que continuarán en septiembre.

Viñedos Azteca es una casa productora de vino artesanal que suma ocho años de historia, cuenta con seis variedades de plantas: Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Cabernet Franc, Syrah, Malbec y Merlot, con éstas se producen las etiquetas de vino blanco, rosado y sus cuatro mezclas de tintos, estos últimos pueden llegar a tener un proceso de 20 días tan solo en la maceración para extraer el color característico.

Como parte del programa, los asistentes disfrutaron de un recorrido por los viñedos y la bodega, guiados por Alonso Ugalde, quien explicó el proceso que conlleva realizar los vinos desde su plantación hasta el momento de vaciarlos en las botellas.

“Un punto a rescatar es el hecho de que no se utilizan filtros industriales en el momento de la clarificación, a cambio utilizan bentonita, grenetina o albumina de huevo”, mencionó el guía durante el recorrido por la vid.

Para el momento de la degustación se sirvió un vino blanco llamado “Tordillo”, inspirado en la raza del caballo que nace 100% negro y muere 100% blanco, dicha bebida pasa cuatro meses por barrica y es preparada con uva chardonnay; éste fue acompañado con sopa tipo mexicana.

En la entrada ofrecieron un vino rosa de nombre “Rosillo” debido al caballo que a contraluz tiende a tener notas rosas en su pelaje y se acompañó con una ensalada.

La presentación concluyó con el vino joven “Cahuayo”, galardonado con una medalla de oro en la evaluación internacional en Ensenada, Baja California; éste contiene variedades de pinot noir, malbec y syrah, ideal para acompañar un plato fuerte de pollo con uvas verdes y hojas de parra.

Google News

TEMAS RELACIONADOS