Este negocio, que cuenta con dos sucursales, tiene como slogan “Donde el amor se vuelve sabor”, nada más cercano a su historia y a su razón de existir, desde hace 15 años.

Se trata de una empresa familiar que tiene como antecedente el hecho de que Doña Pueblito Ortega de Torres, abuela de Ana María Torres, se dedicaba a la elaboración de dulces típicos queretanos como el de pepita, ate de membrillo, dulce de leche, jamoncillos, fruta cristalizada, rompope y algunos panes como el pay de queso, cuyas recetas han pasado de generación en generación.

Ana María estudió diseño y, posteriormente, repostería, de ahí que ponga tanto énfasis en la presentación de sus pasteles.

Sus productos

La propuesta de esta empresa es ofrecer al público repostería francesa y mexicana tradicional, a ello agregan un toque de innovación para crear postres personalizados, ideales para para toda ocasión.

Los productos que manejan son: barras de postres, gelatinas, galletas, polvorones, pasteles de línea, dulces tradicionales (sólo en invierno), panquecitos (cup cakes), algunos productos bajos en azúcar, fondant infantiles, para bodas o XV años y especiales.

El fondant

Ana María relata que, en últimas fechas, el uso del fondant en México se ha ido popularizado con más fuerza y ello permite explotar lacreatividad. “Hemos hecho pasteles en forma de coches, castillos, maletas; infantiles de superhéroes, princesas, personajes animados o para empresas, por ejemplo se ven muy bien los logos en tercera dimensión. En el caso de las bodas lucen muy elegantes”.

Asimismo, este ingrediente permite el uso de colores llamativos, como el plateado, el dorado o el agregado de diamantina comestible. Los sabores que manejan aquí son más de diez, entre ellos: piña colada, capuchino, chocolate con zarzamora, cajeta, durazno, naranja; respecto a estos últimos dos Ana María afirma: “son muy caseros, con esos sí se van a acordar de la abuelita”.

El dedicarte a la pastelería te permite acompañar a la gente en momentos entrañables, afirma: “En una ocasión nos pidieron un pastel en forma de pirámide para una boda, en la que la temática era lo tradicional mexicano. Fue una sorpresa que le dio el novio a la novia, estuvimos presentes cuando se lo dieron, situación que fue muy emotiva”.

Además, la encargada de esta empresa familiar dice que uno de los retos más díficiles de lograr fue la creación de una vía de un tren, en la que la máquina funcionaba y tenía que pasar por debajo de un túnel hecho de pastel.

La elaboración de un pastel

Se requiere de un proceso largo para lograr el “pastel de tus sueños” y es que debe darse primero el horneado, después el enfriamiento, relleno, armado, cubierta de crema y, finalmente, el fondant. A lo anterior hay que agregar las figuras hechas con azúcar.

Asimismo, refieren que en la preparación de un pastel para 150 personas se utilizan 2 kilos de mantequilla, uno de azúcar, 2 kilógramos de harina, 4 de huevo, además de los ingredientes para el relleno como nueces, mermelada, almendras u otros. Para cubrirlo, en este caso, emplean mantequilla. El fondant, por su parte, es elaborado con azúcar glass con glucosa, agua y colorantes. El secreto está en lo delgado de la capa, según nos comentan.

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