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Tradición y cultura en Semana Santa

Tradición y cultura en Semana Santa
23/03/2015 |00:08
Redacción Querétaro
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Las vacaciones de Semana Santa están a la vuelta de la esquina. La importancia de esta fecha no radica en escaparse durante unos días del trabajo, la escuela o el estrés. Por el contrario, se trata de uno de los periodos más importantes para la iglesia católica, en el que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

La Semana Mayor, como también se le conoce a este periodo, inicia el próximo 29 de marzo con el domingo de Ramos.

Durante esta semana, a lo largo y ancho de nuestro país se llevan a cabo diversas prácticas, como misas, procesiones y representaciones de la pasión de Jesucristo, que se han convertido en tradición y en referentes para los turistas, tanto mexicanos como extranjeros.

A continuación presentamos los cinco lugares con mayor tradición que no puedes perder de vista o, mejor dicho, de tu camino en esta Semana Santa.

Taxco, Guerrero. Las calles empedradas, el clima, sus construcciones coloniales y hasta la plata son algunos de los elementos que hacen famoso a este Pueblo Mágico. Pero eso no es todo, durante Semana Santa se llevan a cabo misas, la representación del Viacrucis y la Procesión de las Ánimas, uno de los eventos que vale la pena presenciar.

En la procesión cientos de penitentes recorren las calles de Taxco, llevando en sus hombros pesadas ramas espinosas, van acompañados de flagelantes y ánimas quienes acompañan a San Nicolás de Tolentino hasta llegar a la Parroquia de Santa Prisca.

San Luis Potosí. En los próximos días esta ciudad se llena de eventos tradicionales y, sobre todo, de turistas. Tal y como ocurre en muchos rincones de nuestro país, se llevan a cabo innumerables actividades religiosas; sin embargo, el evento que acapara la vista de los visitantes, creyentes y los no tanto, es la Procesión del Silencio.

Todo ocurre el Viernes Santo, cuando en punto de las ocho de la noche, cientos de personas ataviadas con largas túnicas, y cubiertas del rostro, salen del Templo del Carmen para recorrer las principales calles de la ciudad, ante la luz de las velas. Algunos de los asistentes cargan imágenes religiosas, como la Virgen de la Soledad y Jesucristo. El recorrido dura aproximadamente dos horas y se ha convertido en uno de los más famosos en nuestro país.

Iztapalapa, ciudad de México. No sólo sobresale por ser una de las delegaciones más pobladas del D.F., sino que desde hace más de un siglo se representa la pasión y muerte de Jesucristo.

Durante la Semana Mayor, las calles de esta zona se convierten en el escenario donde cientos de nazarenos se dan cita para presenciar los últimos pasajes de Jesús.

Las representaciones inician con el Domingo de Ramos; mientras que uno de los momentos más emotivos ocurre en el Cerro de la Estrella, con la crucifixión del hijo de Dios.

Año con año este evento reúne a miles de personas, de la capital y otras regiones de la República Mexicana, quienes desean formar parte de este tradicional evento.

Chihuahua. En esta región habita la comunidad de los tarahumaras y es el sitio ideal para aquellos que quieren ser testigos de algo diferente, pues las actividades reúnen la tradición indígena con las costumbres católicas. Las celebraciones comienzan el miércoles y están marcadas por el ritmo de los tambores. Se realizan peregrinaciones, el Viacrucis y la quema de Judas.

San Miguel de Allende. A unos pasos de Querétaro se ubica uno de los Pueblos Mágicos que se roba la atención de los visitantes y durante las próximas vacaciones no es la excepción. El miércoles cientos de fieles recorren las calles del centro con el Viacrucis, el jueves se representa el lavatorio de pies y al día siguiente se montan altares dedicados a la Virgen de Dolores. Pero eso no es todo, de acuerdo con lo que dicta la costumbre, se regala agua fresca que representa las lágrimas de la madre de Jesucristo.

De esta forma, la riqueza cultural, la belleza arquitectónica, la gastronomía, así como las actividades se conjuntan para disfrutar de unas vacaciones inigualables, participando en una de las fechas fundamentales para la iglesia católica.