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La frase ‘cualquiera puede cocinar’ de la película infantil Ratatouille se convierte en verdadera cuando se utilizan las herramientas adecuadas, la tecnología y las recetas perfectas, pero sobre todo el amor por lograr platillos deliciosos para la pareja o la familia. En la actualidad hay máquinas, que por su capacidad se pueden considerar robots, que ayudan a que todas las personas se puedan convertir en grandes chefs.
Los pasos son sencillos, primero hay que elegir una receta, no importa si ésta es sencilla o complicada; después, conseguir todos los ingredientes necesarios. Si no se cuenta con taza medidora o báscula de alimentos, la máquina puede pesar los ingredientes cuando son vertidos en ella. Y, el tercero, dejar a un lado el miedo de que no va a quedar bien. Lo siguiente es poner manos a la obra.
Con la tecnología a favor
David Isunza, chef ejecutivo de Thermomix, asegura que la tecnología de hoy en día permite que a través de una memoria USB con la información de las recetas y una pantalla digital se puedan seguir las instrucciones para preparar el platillo, sin perderse y sin saltarse ningún paso, tomando en cuenta lo más importante: medidas, tiempo y temperatura.
Otra de las ventajas es la disminución del tiempo que se invierte en la cocina porque ahora se realiza en cuatro niveles. Esto significa que “mientras en la parte de abajo se cuece una proteína, ya sea pollo o carne por ejemplo, con el vapor que esto produce, arriba se puede cocinar un arroz o alguna pasta, un pescado y unas verduras”, afirma.
Todo en uno
Picar o licuar, integrar, mezclar o amasar, cocer al vapor, cocinar o sofreír son tan sólo algunas de las actividades que se complican cuando se hacen manualmente, en especial si no se cuenta con suficiente experiencia. No obstante, las máquinas de ahora pueden hacer todo en un solo recipiente y mediante un motor que calcula la velocidad precisa para realizar cada acción.
Por ejemplo, en el caso de cortar o moler, la potencia es el elemento fundamental, ya que permite desde cortar una fruta o algún otro alimento blando, hasta deshebrar queso o pollo cocido, y triturar cualquier semilla para convertirla en polvo, como café y pimienta, entre otros. En el caso de las masas, una de pizza o de focaccia, quedan en el punto exacto para disfrutar.
Para quienes cuentan con este robot hay un recetario con más de cien platillos globales, pues se preparan en todo el mundo, y otras cien de la gastronomía mexicana, que van desde un sencillo salpicón, hasta moles, tamales y diversos postres.
Estas recetas se pueden consultar en diferentes redes sociales donde todas las personas que utilizan este artefacto comparten su experiencia y sus descubrimientos.