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‘Yo soy la felicidad de este mundo’, de Julián Hernández, será la única película mexicana en la sección de competencia del próximo festival de cine Distrital, del 20 al 23 de julio próximo, en la ciudad de México.
La película, de casi tres horas, fue estrenada en el pasado Festival de Cine de Morelia y no cuenta con distribuidor para ser llevada a los cines en el país y no se perfila alguna compañía nacional en el corto tiempo, reconocen los realizadores.
A cambio, y paradójicamente, el cuarto largometraje de Julián Hernández (Rabioso sol, Rabioso cielo, 2009) ha sido vendido para ser vista en 20 países de Europa.
La empresa italiana, The Open Rail, adquirió los derechos de la película mexicana, incluso antes de ser terminada y desde 2013 fue lanzada en el extranjero en DVD, televisión y en plataformas digitales.
Esta empresa distribuyó también el primer largometraje documental de Roberto Fiesco, ‘Quebranto’, premiado hace dos años con el Ariel y el premio Guerrero de la Prensa.
Hernández fue el primer cineasta mexicano en ganar un premio Teddy del festival de Berlín, el equivalente al premio Oscar al cine lésbico-gay.
‘Quebranto’, por su parte, es una de las películas mexicanas documentales con más premios en los festivales de México e internacionales.
Ambos cineastas, mejor conocidos como el dúo Mil nubes, nombre de su empresa y título del primer largometraje de Hernández, gozan de gran reconocimiento internacional.
Sin embargo, en México, su cine todavía luchan por ganar espacios de distribución y han optado por los canales subterráneos de cine, las plataformas digitales y la presencia en festivales de cine.
Si bien el caso de Hernández y Fiesco no es aislado en el cine mexicano, “sí me parece que es terrible hacer un cine, digamos, de exportación”, dijo a El Universal.
“Nosotros nunca hemos pensemos que hacemos cine para exportar, al contrario, creo que tratamos de hacer un cine absolutamente nacional”, agregó.
“La verdad es que es muy triste no tener el interés de los distribuidores por el cine que hacemos, porque creemos que es una película que puede comunicar mucho a un público”, indicó Fiesco.
En términos narrativos, ‘Yo soy la felicidad de este mundo’ es una película arriesgada, “pero también tiene un tratamiento muy arriesgado sobre la sexualidad que puede ser de interés en la taquilla muy importante”, aclaró.
Roberto Fiesco inauguró el martes pasado, el festival Anamórfico de Querétaro con su película documental ‘Quebranto’.
Una decena de asistentes se dieron cita en el cine teatro Rosalío Solano para manifestar sus simpatías con el director y su primer largometraje.
La película aborda la vida del actor de cine transexual Coral Bonelli y su madre, la actriz de reparto Lilia Ortega, mejor conocida como ‘Doña Pinoles’, fallecida hace un mes.
Luego de que fuera comparado por un cinéfilo queretano con el célebre cineasta francés Francoise Truffaut e informar que varios de los espectadores viajaron de varios lugares para ver ‘Quebranto’ en pantalla grande, el director, ruborizado declaró: “Estoy conmovido, no sé qué decir”, concluyó.