Con una emotiva ceremonia religiosa, Isabel Garfias y Carlos Cortés se dieron el sí en el Templo de San Agustín, donde estuvieron acompañados de familiares y amigos cercanos, además de sus padres como principales testigos.
Ataviada en un hermoso vestido corte sirena de encaje, Isabel bajó de un lujoso auto decorado con flores y caminó hacía el altar del brazo de su madre, Raquel Garfias, hacia donde ya la esperaba Carlos, quien entusiasmado y nervioso entró a la iglesia con sus padres, Reina Guzmán y Jesús Octavio Vaca.
El templo lució decorado con lienzos y flores blancas, así como una hermosa alfombra roja para marcar el paso del cortejo nupcial. Durante la celebración, el sacerdote Javier Páramo recordó a los novios la importancia del matrimonio y los invitó a llevar una vida en pareja basada en el amor y el respeto.
Al finalizar los votos, los nuevos esposos sellaron el pacto con un beso y recibieron un caluroso aplauso por parte de los presentes como muestra del cariño que les tienen.
Con la marcha nupcial de fondo, la pareja salió del templo para dirigirse a la elegante recepción que se llevó a cabo en la Hacienda El Astillero, un lugar mágico con una hermosa edificación que combina historia y modernidad.
Al finalizar la celebración, la feliz pareja emprendió su viaje de luna de miel, que disfrutará a bordo de un crucero.
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