En el marco de los festejos por el 487 aniversario de la ciudad de Querétaro, se realizó el coloquio “La fundación de Querétaro, Mitos y Realidades”, en el que participaron los historiadores y escritores Andrés Garrido del Toral, Lauro Jiménez, Edgardo Moreno y José Ignacio Urquiola.
La leyenda de la fundación de Querétaro habla de que el 25 de julio de 1531 en el llamado Cerro de Sangremal —hoy conocido como el Templo de la Cruz—, el cielo se oscureció mientras se llevaba a cabo una gran batalla entre españoles e indígenas, quienes se resistían a la conquista, fue entonces cuando apareció la figura de Santiago Apóstol, señal divina por la que los indígenas se rindieron y aceptaron la evangelización.
“Hay muchos inventos sobre la gran batalla, para empezar se decía que se enfrentaron 25 mil contra otros 25 mil, sin embargo en la zona había menos de 6 mil indígenas; 200 años después de la supuesta fundación inventaron la batalla para que los descendientes de los españoles cobraran más tierras y mas privilegios, incluyendo indígenas, además también para la defensa de la Cruz, el templo y convento de La Cruz, que fueron construidos sin permiso del Regio Patronato Español”, explicó Garrido del Toral haciendo énfasis en que en esa época se requería de un permiso por parte del Regio Patronato, fundado por Carlos V, para la edificación de nuevos templos y en el caso de La Cruz, no habían contado con esa autorización, por lo que recurrían a magnificar milagros para evitar su destrucción.
Aunque la leyenda dice que la fundación de la capital se realizó en 1531, en realidad no existe un acta que sustente esta fecha.
“A partir del descubrimiento del testamento de Fernando de Tapia en Santa Clara —allá por 1980— se revelaron muchas cosas. Debo decir que el gran problema es que muchos autores no saben diferenciar entre el poblamiento prehispánico y la fundación ya españolizada, no sólo de la ciudad de Querétaro sino de las cercanías, aquí en lo que es la capital queretana no había nada, ni asentamientos humanos, estos estaban en las cercanías, que era La Cañada y lo que hoy conocemos como El Pueblito, porque cuando llegaban de la gran Tenochtitlan pasaban por lo que ahora es Toluca, Amealco y Huimilpan, la gente se desviaba para la zona de La Cañada o para El Pueblito”, relató el cronista municipal.
Aunque se presume que la evangelización se dio por los franciscanos que venían de Jilotepec, se tiene registro de que el primer español que llegó a Querétaro fue Hernán Pérez de Bocanegra, quien en 1540 arribó procedente de Acámbaro.
“Los primeros evangelizadores de Querétaro no fueron ni Alonso Rangel ni Fray Jacobo, que hoy tienen sendos monumentos en la Plaza de los Fundadores. Alonso Rangel hizo su labor evangelizadora en el estado de Hidalgo, alrededor de 1526 y Fray Jacobo llegó de Europa a México en 1546, y fue Hernán Pérez de Bocanegra quien llegó de Acámbaro en 1540. Hoy todavía algunos autores mencionan que aquí había pueblos indígenas otomíes y tarascos, pero no, quienes vivían en este lugar eran chichimecas pames”, indicó el periodista e historiador Lauro Jiménez.
Por su parte, Andrés Garrido coincidió con Lauro Jiménez en que quienes realmente conquistaron la ciudad fueron los franciscanos de Acámbaro.
“Vean San Francisco de Acámbaro y el de Querétaro y fuera del tamaño del de nosotros y su torre terminada en 1736, somos una copia de estos grandes evangelistas. El primer español que llegó con armas a Querétaro fue Pérez de Bocanegra, él se encargó de realizar la evangelización, no podemos hablar de conquista porque aquí no hubo conquista, conquista en la Sierra Gorda, aquí fue sin sangre”, destacó.
Así mismo el historiador, antropólogo social y psicólogo, Edgardo Moreno, dijo que es difícil saber la verdadera historia, ya que en su mayoría se transmite de manera oral, por lo que no es confiable.
“Cuando uno se pone a pensar en esa oralidad indígena, pensamos en si entenderían bien, qué tanto hay de veracidad en el escribano al levantar el acta, si entendería bien lo que se quiso decir o vamos construyendo una historia alterna”, advirtió.
Finalmente el profesor de la UAQ, José Ignacio Urquiola, destacó la importancia de la imagen de la Cruz; el templo y el convento de La Cruz como el primer colegio en Querétaro.
“En una publicación que se conoce como Cruz de piedra y mande la devoción de Francisco Javier de Santa Gertrudis, se habla sobre la Conquista de Querétaro, con la imagen de la batalla de Sangremal y en realidad, el escrito se dedica a hacer una especie de alabanza a la cruz, un elemento importante que hasta el día de hoy se le sigue rindiendo tributo”, puntualizó.