Zeltzin Peña abrió su corazón ante familiares y amigos con su exposición Con el amanecer: Todo se reconstruye que se exhibe en el Museo de la Ciudad, congregando fotografías, videos y piezas tangibles que reflejan el cierre de una etapa de su vida.

Posterior a una ruptura amorosa, la artista decidió emprender un viaje de sanación, en 2015, al desierto de El Tecolote ubicado en el municipio Catorce de San Luis Potosí, característico por sus atractivos naturales y su pequeña población de alrededor de 42 habitantes.

El proyecto comenzó como una serie fotográfica, pero al regresar se dio cuenta que podía explorar más allá. Por ello la sala fue presentada con macetas de cactáceas, videos con frases originales de la autora, así como sillones pertenecientes a su antigua casa, representando un espacio en donde se conjugaban sentimientos de manera física.

Una parte importante del viaje fue su meta de ver el amanecer para concluir el proceso de auto reconocimiento. “Yo tenía muchas ganas de ver el amanecer, pero las personas que me acompañaron se fueron a dormir por lo que me quedé sola. En ese momento tenía mucho miedo porque escuchaba el sonido de las víboras, coyotes y otros animales; en verdad fue una lucha de vencer el miedo y lo logré. Cuando por fin amaneció dije: Aquí nació una nueva Zeltzin”, expresó.

Durante tres días la artista experimentó en El Tecolote el silencio, aislamiento, espinas, tierra y el fuego nocturno; poderosos elementos que la llevaron a pruebas tanto físicas como espirituales, haciendo de este el lugar perfecto para el inicio de un nuevo camino.

Cada pieza tiene su razón de ser, para la expositora representan diferentes etapas tanto de su relación como de su viaje, un claro ejemplo es el sillón individual cubierto de tierra el cual tiene que ver con la idea de enterrar situaciones que no te dejan fluir.

“La decisión de pasar por esta experiencia en el 2015 fue algo así como pasar un duelo a través de la naturaleza, volver a construir en un lugar totalmente aislado para recordar quién soy”, dijo Zeltzin.

Otro fragmento muy visual es una cama cubierta con una sábana estampada y la fotografía de una telaraña, connotando a las acciones que tejemos todos los días de diferente manera, dándole forma a nuestra vida.

“Con el amanecer… es en sí misma una acción de reacomodo emocional por medio de una instalación en la dimensión física. Un acto de análisis comprensión y sanación de la autora para sí misma”, con esta frase concluye el texto de sala escrito por la propia artista.

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