¿Qué importancia tuvo México para la Generación Beat? La respuesta está En la tierra de las ratas y el tequila, exposición de fotos, documentos y libros que se encuentran en el Museo de la Ciudad y hablan de esos personajes que se enfrentaron al mundo, viviendo en los excesos. Una generación que sigue viva, porque su obra se sigue leyendo.

William Burroughs (Junkie, El almuerzo desnudo); Jack Kerouac (En el camino, Tristessa, Mexico City Blues); Allen Ginsberg (Aullido, Sandwiches de realidad); Neal Cassady (El primer tercio); y Gregory Corso (Gasolina, El feliz cumpleaños de la muerte), son el espíritu de la Generación Beat, escritores estadounidenses que comenzaron a publicar en la década de 1950, anti convencionales, nómadas, libres sexualmente, aficionados a las drogas.

“Es obvio que están vivos, después de 60 años de haber escrito sus primeros libros, y ya varias décadas de haberse muerto, su presencia y su obra están vivas en todo el mundo, no en toda la gente, por supuesto, sino en un nicho de lectores y fans, que son como yo le llamo: la banda intelectual, esa gente que le gusta la contra cultural, el rock contestatario, que ve en ellos un referente más que literario un referente ético, un modelo de vida que ellos encarnan, pocos escritores encargan modelos de vida, sus vidas son como de novela”, afirma Jorge García-Robles, curador de En la tierra de las ratas y el tequila.

Vivieron al filo de la navaja, agrega el especialista Beat, revelándose a cada paso. “La manera en que enfrentaron el mundo, a partir de sus ideales, es lo que sigue atrayendo a los jóvenes, vivir en un mundo indeseable, enfrentándolo, pero al mismo tiempo disfrutando de algún modo la existencia, a partir de lo que ellos pregonaban: experimentar con drogas, escribir lo que realmente piensan, no escribir bonito sino escribir autentico, tener libertad sexual, esa serie de ideales que en Estados Unidos, en particular, se convirtieron en ideales masivos en los sesentas, creo que por eso siguen atrayendo, cada vez hay películas, más documentales, más libros sobre ellos, las traducciones siguen y están vivos, otros autores pasan de moda, ellos no, ahí están”.

¿Por qué llegaron a México?

Las primeras fotos de la exposición son de un viejo Burroughs, su cuerpo alto luce encorvado, frágil, pero al momento de tomar su pistola se yergue poderoso, parece que el arma le da fuerza.

Las fotografías pertenecen al archivo de Jorge García- Robles, quien empezó a acercarse e investigar la Generación Beat, cuando todavía en México no se conseguían sus libros, ni siquiera había traducciones de sus obras.

En otra serie de fotos se ve al mismo Jorge junto a Burroughs, recuerdo de aquellas visitas a Estados Unidos que realizó para entrevistarse con el autor de El almuerzo desnudo.

Burroughs llegó a México huyendo de la policía, lo acusaban de traficar drogas. “No fue una decisión muy consiente, vino huyendo de la policía, con la esposa (Joan Vollmer) y dos hijos, estuvo tres años; cuando llega le fascina el México mestizo, le encanta porque dice que nadie lo molesta, que puede estar armado, que consigue drogas muy fácil (era adicto a las drogas), que todo era muy barato, pero poco a poco se va decepcionando, sobre todo por la cuestión burocrática”.

En 1950 renta un departamento en la colonia Roma, y se dedica a escribir Junkie, su primer libro. En 1951, durante una reunión entre amigos, jugaba a Guillermo Tell y le dispara a su esposa, en lugar de disparar al vaso que ella sostenía en la cabeza. Su esposa muere y el nombre de Burroughs aparece en la prensa de la época.

El escritor es preso en Lecumberri, al salir regresa a Estados Unidos. Después de 25 años de aquel trágico crimen, Burrouhgs jura que un espíritu maligno fue quien mató a su esposa y que en ese momento él nació como escritor, escribir era la única manera de controlar al maligno.

Fue Jack Kerouac quien llamó a México: “La tierra caliente de las ratas y el tequila”. Jack viene a México con una visión idílica. En 1950, junto a Neal Cassady, entra al país cruzando por Nuevo Laredo.

“Kerouac conoció en México a mujeres y hombres de los bajos fondos que le sirvieron de modelos para escribir novelas, Tristessa es sobre una prostituta mexicana que conoció en la Ciudad de México, se llamaba Esperanza Villanueva; y Neal Cassady muere aquí en San Miguel de Allende, a los 41 años, lo encontraron en las vías del tren que iba a Celaya”.

Allen Ginsberg se paseó por Michoacán, Yucatán. Visita Teotihuacán, Xochimilco, Ciudad Universitaria. En 1982 asiste al Festival Internacional de Poesía, en Morelia, y dedica su presentación a los campesinos que estaban en plantón en la ciudad, eso provoca que el entonces gobernador Cuauhtémoc Cárdenas, que estaba como invitado, abandone el evento.

“Hay toda una época Beat relacionada con México y eso es lo que queremos mostrar en esta exposición; qué vivieron, cómo vivieron, qué escribieron, cómo asimilaron o rechazaron la cultura mexicana, la cultura cotidiana, política e histórica, cómo se relacionaban o no se relacionaban con el México que les tocó vivir, sobre todo de 1950 a 1960”, agrega Jorge García-Robles, autor del libro La bala perdida. William Burroughs en México, además de ser traductor de varias obras de Jack Kerouac, entre ellas Mexico City Blues.

Fotos, documentos, libros, revistas y un video, son parte de En la tierra de las ratas y el tequila. La exposición permanecerá en el Museo de la Ciudad hasta el 5 de febrero.

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