En México, Symantec hizo una prueba, que forma parte del proyecto HoneyStick, donde perdieron intencionalmente 30 celulares para detectar cuántas personas los devolvían o qué hacían con él.

Entre los resultados encontraron que solo cinco personas devolvieron el smartphone, de los cuales uno fue en el Distrito Federal, y la mayoría de las personas que encontraron el dispositivo accedieron a fotos, datos personales y redes sociales del dueño.

En esta prueba, la empresa de seguridad detectó que en media hora, de las personas que encontraron los smartphones, 80 por ciento entraron a ver las redes sociales y fotografías personales del dueño, 50 por ciento revisaron el correo electrónico, 60 por ciento accedieron a una carpeta nombrada “contraseñas guardadas” y entraron a sitios de banca en línea.

“Esto es una muestra representativa de que la mayoría de los usuarios de smartphones no tienen seguridad en su dispositivo, cuando deben recordar que no es un simple teléfono, sino es una mini computadora donde tienen todo tipo de información privada e incluso de su empresa”, dijo Juan Arturo Bustamante, vicepresidente de marketing en Symantec Latinoamérica.

INFORMACIÓN EN RIESGO

En el estudio también se detectó que el 83 por ciento de las personas tienen información de la empresa en sus smartphones.

Symantec alerta que cada vez es más complejo resguardar la seguridad de la información, porque ya no sólo depende de colocar un antivirus en una computadora de escritorio, ahora deben reforzar múltiples dispositivos, las redes y los servidores. “El entorno digital en las empresas está cambiando, antes para proteger la información sólo se colocaba un antivirus en la PC.

“ Hoy en día hay millones de dispositivo más que proteger y de distintas plataformas, además de ataques tan sutiles que el usuario no se da cuenta que está infectado y su dispositivo puede formar parte de un ataque masivo a un organismo más grande”, aseguró Aled Miles, vicepresidente senior de Proveedores de Servicios Globales de Nube Symantec.

Señaló que esta complejidad también se entiende en que ha cambiado la forma de trabajar de los empleados, pues su comunicación se diversificó en más canales, es decir, de la simple llamada a un proceso más colaborativo, donde a través de Internet comparten información, trabajan en un documento de manera remota y editan.

“La infraestructura es compleja y se deben proteger no solo los dispositivos sino también las redes y los servidores, es a lo que llamamos Ecosistema de seguridad unificada”, señaló Miles.

Actualmente, el 61 por ciento de las comunicaciones de las empresas se llevan a cabo por medio de dispositivos inalámbricos.

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