Con el fin de crear un vínculo sociedad-gobierno que, a su vez, logre sumar esfuerzos a favor de la economía en Hércules, se instaló el Mercadito Artesanal La Textilería en este tradicional barrio de la capital queretana.

El Mercadito Artesanal La Textilería reunió a 32 expositores de Hércules. Fue creado para que los habitantes de esta comunidad que desarrollan sus propios productos tuvieran un espacio donde comercializarlos.

Es por ello que la Secretaría de Cultura de la mano del proyecto “Somos Hércules” y el municipio de Querétaro, a través del Festival Cultural Santiago, buscaron la posibilidad de abrir un espacio en donde pudieran reunir a todos los productores locales. Este particular mercadito gastronómico se instaló en las inmediaciones de la Biblioteca Municipal Gildardo Rangel.

Rebeca Lizaldi, jefa del departamento de Teatros y Galerías del Instituto de Cultura, indicó que tienen como misión ayudar a concebir los sueños de los ciudadanos, impulsando sus proyectos para que logren tener presencia y cumplir sus objetivos empresariales.

“Los expositores tendrán todo el día para promover sus productos que van desde gastronómicos, souvenirs, cartonería, mojigangas, accesorios, textil y productos naturales para el cuidado de la piel. En esta ocasión, el municipio se encarga de conseguir el espacio y patrocinar sillas, tablones y mesas que faciliten la exposición de sus productos”, indicó Rebeca Lizaldi.

Una de las marcas innovadoras presentadas fue “Aserrín” desarrollada por Mario Guerrero, quien a base de madera crea productos enfocados a los fotógrafos, es decir, portaretratos, marcos para entregar producciones de fotografía, tarjeteros entre otros. Este proyecto nació a finales del 2016.

“El concepto básicamente sale de crear arte a partir de la madera, nuestro mercado son los fotógrafos principalmente, pero por la exposición diseñamos lámparas, accesorios de madera, maceteros y calendarios. Usamos el corte láser para definir el diseño, pero el 80% del producto es carpintería”, comentó Mario Guerrero.

Se llevan alrededor de cinco horas en crear un producto, actualmente utilizan madera proveniente de pino, encino y roble. Buscan que su marca siga creciendo y logre posicionarse para poder ampliar su mercado.

Otra de las marcas locales que resaltó en el Mercadito fue “La Silla Azul” fundada por Cecilia Gómez de la Peña, una diseñadora gráfica apasionada por el uso de la pintura y el detalle artesanal en diversos artículos que decide comenzar a realizar sus propios productos vintage para la decoración del hogar; inició vendiendo sus artículos por medio de conocidos y ahora logró expandirse por redes sociales.

La técnica que utiliza es “decoupage”, la cual consiste en la decoración de distintas superficies como madera, tela, lienzo, barro o latón aplicándoles papel o tela y barnizando varias veces hasta que queda perfectamente integrado dando la ilusión de estar pintado. Su línea de productos incluye canastas, huacales, macetas, alcancías de cochinito, alhajeros, portallaves, cajas de té, cofres, cuadros y cajas para vinos.

El material que utiliza va desde barro, madera, mimbre y yute hasta cristal. Tarda alrededor de una hora hasta un día completo en desarrollar cada producto.

“Realizamos cosas personalizadas, lo que quiero es satisfacer al cliente para que mi marca siga creciendo. La pintura de las piezas la realizo a mano y el detalle a base de la técnica ‘decoupage’; el material principal que utilizo es madera y barro”, explicó Cecilia.

Comentó que además le gustaría expandir su marca a la zona Bajío y abrir su propio negocio con opción de taller para enseñar la técnica.

Innovación, calidad, servicio y actitud son algunas de las cualidades que destacaron el esta primera edición del Mercadito Gastronómico la Textilería, el cual finalizó a las ocho de la noche.

Finalmente, Rebeca Lizaldi hizo hincapié en buscar la oportunidad de seguir creando estos espacios culturales que le den la posibilidad a los locatarios de expandir sus productos.

Google News

TEMAS RELACIONADOS