Gracias a Dios (GAD) es una cantina contemporánea que atrae a cientos de jóvenes para conocer el elixir extraído del agave: el mezcal. Al llegar, la cultura netamente mexicana atrae a la vista ya que el sitio es una casona antigua en donde puedes libremente entrar a las habitaciones, o bien, permanecer en alguno de los pasillos.
El recinto tiene pocas modificaciones; todas las mesas, sillas, espejos, lámparas y otros artículos parecen rescatados de tiempos de antaño, incluso en los muros se pueden apreciar detalles deslavados y un tanto carcomidos por el paso del tiempo.
El concepto de esta cantina surgió como una idea, hace más de cinco años, a través de pláticas en las que sus creadores —un grupo de amigos— decidieron hacerle honor al mezcal y a la cultura mexicana.
Con esta idea en mente, buscaron un lugar que fuera ad hoc con todos los elementos que habían imaginado y fue entonces cuando encontraron una casona antigua en el Andador Libertad #51 colonia Centro, ideal para instalar el bar en el que planeaban momentos casuales y sin pretensiones.
“Tenemos un protocolo dentro de la cantina y es el de hacer sentir realmente bienvenidos a cada uno de los asistentes. Incluso cuando llegan les comentamos que esta es su casa; queremos que se sientan libres”, comentó Ricardo García, gerente.
Al segundo año de su funcionamiento, los fundadores buscaron también la creación de su propio elixir; se trata de un mezcal que lleva el mismo nombre de la cantina y que es traído desde la región oaxaqueña. Actualmente es uno de los destilados más populares en el estado dentro de su género y puedes degustarlo en otros recintos, como La Glotonería.
La combinación del ambiente libre, las bebidas exclusivas y el lugar único han hecho de GAD un sitio que se caracteriza por el ambiente nocturno y la diversión sin poses. Sin olvidar que ha engrandecido al mezcal, ofreciendo un sinfín de variedades, tales como espadín, de pechuga, joven, reposado, añejo y madurado, entre muchos otros.
