El musical Cats es un clásico “y lo clásico no tiene moda”, dijo la cantante Lila Deneken a EL UNIVERSAL Querétaro.
Es una obra de todos los tiempos, dijo la cantante, porque “son las relaciones humanas, los sentimientos, llevados a los gatos”.
La obra del inglés Andrew Lloyd Webber se escenifica desde hace 22 años en todo el mundo. En México, bajo la producción de Luis Gerardo Quiroz, cumplió 100 representaciones y hoy llega a Querétaro al auditorio Josefa Ortiz de Domínguez, teniendo en los estelares a Deneken, Maru Dueñas, Olivia Bucio, Manuel Landeta y Juan Carlos Casasola.
Son más de 40 integrantes en el escenario, entre músicos y cantantes que bailan, y “no bailarines que cantan”, precisó la cantante en entrevista. El musical que el público queretano verá en el llamado “Josefa” será el mismo que se presenta en la ciudad de México, pero también es igualito, con los mismos estándares de calidad del que se presenta en Braodway, Estados Unidos.
Nivel de Broadway
Deneken explicó que para mantener el mismo nivel de la producción original, la gente del autor, Lloyd Webber, supervisa cada 15 días el montaje en México y cuida que todo se haga como debe, y nada de que se hace una producción de dos pesos, con cartón y cinta de masking tape, como se estiló en México durante muchos años.
“Nada más te digo una cosa, la producción de Cats, la original, no permite que la montes si no es igual que su propia versión”, explicó la actriz. Lila Deneken cumplió 47 años como cantante profesional y Cats es el primer musical internacional que interpreta. “Empecé muy chica, para que no empiecen a sacar cuentas”, dijo en broma.
Hace más de una década abandonó los escenarios para dedicarse de tiempo completo a la crianza de sus dos hijos y hace un año regresó con un monólogo sobre su vida amorosa, titulado Lilah, el juego de la vida. “Sin querer me fui preparando para la actuación, sin saber que un día el teatro me iba a dar cobijo, en ese momento estaba en el show Las grandiosas, en mi monólogo y luego llegó la oportunidad de Cats”.
El monólogo Lilah, el juego de la vida, mismo que retomará en un año, le ha servido para conocerse a sí mismo y “desnudarme…, pero el alma”, declaró. Explicó la cantante que Lilah con “h” viene del sánscrito, y significa el conocimiento de sí mismo “y tengo la suerte de llamarme igual, pero sin “h”, aclaró.
Teatro
“El teatro me ha dado cobijo, me ha dado mucho amos, es como una familia, estoy aprendiendo cada día más”, explicó.
“Antes me habían ofrecido muchas veces actuar, pero yo no había querido, porque no quería ser como esos cantantes que luego quieren actuar y no lo hacen bien, yo quería estar preparada”, agregó Lila.
A pesar de mantenerse tantos años fuera de los reflectores, Lila Denikes se siente afortunada de mantenerse vigente “y de tener mi público cautivo”.
Incluso, asegura, muchos de sus seguidores, sus nuevos fans, son jóvenes. “Yo les llamo mis almas viejas”, comenta.
