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En Italia, como en México, las abuelas —nonnas en italiano— son quienes preservan y promueven la tradición culinaria de su cultura, por medio de recetas que son heredadas de paladar en paladar y llevadas hasta las mesas de las trattorias: modestos establecimientos típicos en ciudades como Roma, que se han ganado el mote de embajadores de la cocina italiana en todo el mundo.
Hace cinco años, en Querétaro, los empresarios Rinaldo De Jacobis y Rafael Blanco abrieron las puertas de la Trattoria la Nonna, con el fin de sumar el arte culinario de las nonnas italianas al abanico gastronómico del Centro Histórico.
Por su aporte a la vida cultural de la entidad, y por fortalecer su atractivo gastronómico, la secretaria de Cultura del estado, Paulina Aguado, en compañía de Raymundo Rivera, presidente del Círculo Hispanoamericano de Periodistas, encabezó una ceremonia de develación de placa en este establecimiento, en la que subrayó el importante papel de las cocinas para el fortalecimiento del tejido social y la multiculturalidad. “Independientemente de lo que pudiera hermanarnos, la cocina es lo que genera esa sinergia con nuestra tierra y nuestra gente”, aseveró Aguado.
Por su parte, Rivera destacó que se trata de la primera vez que el Gobierno del estado reconoce a un restaurante como promotor de la cultura y el turismo, hecho que considera de suma importancia, pues “la presencia de la cocina es un imán de atracción turística, tanto para visitantes del extranjero como mexicanos”, dijo.
Así mismo, expuso que el restaurante fue homenajeado por cimentar un puente cultural entre ambos países a través de la trattoria: “una cocina cotidiana y popular, no sofisticada (…), considerada embajada de la cocina italiana en el mundo. Además, estas rinden tributo a las nonnas (las abuelas), que son quienes conservan la tradición”, afirmó.
Finalmente, Rafael Blanco, director general del espacio, compartió que en el proyecto, De Jacobis es quien se encarga de la sazón, siguiendo principalmente las recetas tradicionales de Roma.
“Reinaldo ya tiene más de 25 años en el medio. Empezó en Italia como lavaloza, y posteriormente se metió a la cocina, donde aprendió prácticamente todo lo referente a la gastronomía de Roma, por eso la mayor parte de la cocina que se degusta en la Tratorria la Nonna es de ese lugar”, expresó.
“La intención es que en cuanto cruces la puerta te sientas en Italia”, dice mientras muestra un menú vasto en especialidades de este país, en las que sobresalen 100 diferentes tipos de pastas, como la Puttanesca (jitomate, alcaparras y anchoas), la Carbonara (tocino, parmesano, huevo y vino blanco), Frutti de mare (salsa de mariscos) y Ai Gamberi (camarones, jitomate y vino blanco).
También cuentan con 15 variedades de pizza, así como lasagna, tortellini y ravioles, que pueden ser perfectamente maridados con un vino de la casa tipo lambrusco.
bft
