Noé Roa es la firma homónima del diseñador originario de León, Guanajuato, surgida hace menos de un año; sin embargo, los estudios que el couturier realizó en Marangoni y en el Istituto Europeo di Design IED Modalab en Milán, Italia, así como la experiencia de haber trabajado para la reconocida marca Dsquared2, al lado de los gemelos Dean y Dan Caten, es garantía de calidad en sus creaciones.
Pantallas y costuras
El surgimiento de su sello, dirigida al mercado femenino, se dio al concluir la primera edición del programa de televisión Project Runway Latin America, en el que fue seleccionado como uno de los 15 diseñadores participantes. Roa dio inicio a su proyecto comercial con un trabajo de producción limitada, a través de vestidos de noche y cocktail elaborados a la medida, al que posteriormente le siguieron colecciones prêt-à-porter.
La primera propuesta llevó por nombre Cruise Control y se presentó en el certamen Creáre, mostrando un estilo retro pensado para una mujer femenina y sensual. La colección cápsula Opulenza fue la segunda entrega de la firma, seguida por la más reciente, Let Them Eat Cake, la cual se exhibió en Google+Fashion México e Intermoda, y se inspira en María Antonieta, la última reina de Francia. Una charla tan opulenta como las piezas neo-rococó plasmadas en este portafolio fotográfico, dan muestra del carácter y la preparación de este talento emergente.
DE ÚLTIMA: Desde tu perspectiva como creador, ¿de qué hablamos cuando hablamos de moda?
NOÉ ROA: Es un tema bastante complejo y, a la vez, simple. Creo que hoy en día hablar de moda no es tan sencillo como hablar de ropa y punto; es hablar de una cadena de eslabones únicos entre sí que se complementan para dar vida a una prenda o a una serie de ellas. Al hablar de moda, hablamos de diseñadores, modelos, fotógrafos, estilistas, críticos, bloggers, etcétera. Cada uno cumple funciones específicas que permiten comunicar e, incluso, reinterpretar la estética de un diseñador. La moda como tema se ha vuelto, entonces, algo que puede ser tangible o intangible y, por lo tanto, algo subjetivo.
DE ÚLTIMA: Parecería que, hoy por hoy, hablar de "buen y mal gusto" es algo casi obsoleto; sin embargo, sigue siendo una constante en las crónicas periodísticas. ¿Cuáles son tus parámetros para considerar que algo cae dentro del "buen gusto", o bien, en su contraparte?
NOÉ ROA: Creo que es algo que se define dentro del universo de cada persona; por ende, resulta completamente subjetivo. Quiero pensar que dentro de mi universo existen algunos parámetros que pueden, de cierto modo, darme una idea si algo es de buen o mal gusto. Creo que un diseño clásico tiende, por lo general, a ser de buen gusto, mientras que algo que te haga lucir andrajoso o desarreglado tiende a caer en el mal gusto; sin embargo, todo puede cambiar: un buen styling o un gran concepto creativo, entre otras cosas, pueden transformar estos parámetros.
DE ÚLTIMA: ¿Cómo definirías el estilo que desarrollas en tus propuestas?
NOÉ ROA: Me defino como un diseñador instintivo; creo que es excelente informarse sobre las tendencias y los temas a desarrollar, pero no me agrada la idea de apegarme a algo predefinido. Considero que tengo una estética de diseño clásica y orgánica, me agrada la simetría y que las piezas que confecciono sean femeninas. Me gusta vestir a la mujer de hoy, aunque para hacerlo en ocasiones me inspire en la mujer del ayer, tomando como punto de partida épocas o personajes pasados.
DE ÚLTIMA: ¿Cuáles fueron los puntos de inspiración, las fuentes, los recursos que te llevaron a crear tu más reciente entrega? NOÉ ROA: La colección se titula Let Them Eat Cake, aquella famosa frase erróneamente atribuida a María Antonieta, quién es mi musa en esta ocasión. Para desarrollarla me apoyé en algunos libros en los que se puede apreciar a detalle la moda del siglo XVIII que, es desde mi particular visión, es el periodo más hermoso en cuanto a moda se refiere. También vi unas cuantas veces Marie Antoinette, de Sofia Coppola, para entrar en el mood. Traté de imaginar a una María Antonieta contemporánea, utilizando algunos recursos de aquella época –moños, escarolas, ciertas telas, tocados, algunos colores y otros elementos– que reinterpreté para crear una secuencia de piezas que fueran actuales y, de cierta forma, tuvieran elementos que evocaran el periodo de inspiración y el personaje que estoy revisitando. DE ÚLTIMA: ¿Cómo suele ser tu metodología de diseño? NOÉ ROA: Es algo muy orgánico. El tema de inspiración siempre suele ser un gran punto de apoyo, pues me ayuda a adentrarme y a darle un sentido a los bocetos. En principio me gusta imaginar las cosas, siempre teniendo en mente qué tipo de materiales serían los que utilizaría, pero no parto de un catálogo textil para después diseñar; me gusta que las telas me "llamen" una vez que ya las tengo visualizadas. Por lo general tiendo a anclarme en algún periodo de referencia, o bien, en un personaje, para de ahí contar mi propia historia. DE ÚLTIMA: ¿Te consideras un diseñador arquitectónico, o bien, un couturier que se inscribe dentro de la tradición ornamental? NOÉ ROA: Probablemente encajo más dentro de la segunda. Me resulta difícil elaborar piezas "de arte", tengo muy presente que, al final del día, lo que quiero es vender; por lo tanto, me interesa diseñar ropa con la que las mujeres puedan visualizarse y deseen comprar. DE ÚLTIMA: ¿Cuáles son tus obsesiones? NOÉ ROA: ¡Soy muy cursi!, de una u otra manera siempre se cuelan en mis diseños algún tipo de moño, escarola y el color rosa en alguna de sus tonalidades. DE ÚLTIMA: En el ámbito del diseño, ¿quiénes son tus dioses titulares? NOÉ ROA: Mientras estudiaba en Milán, soñaba con trabajar para Dsquared2 o Dolce & Gabbana, y al finalizar mis estudios tuve el privilegio de formar parte del pequeño equipo de diseño de Dsquared2 por dos temporadas. Esa estética glam y súper sexy fue lo máximo en mis veintes; ahora que dejé esa edad y tengo mi propia marca, trato de complacerme a mí mismo y, a la vez, pensar en que aquello que produzco tenga un destino preciso: el armario de alguna mujer.
