El actor Bruno Bichir dice que ama el teatro, “y me hubiera gustado incluso que no fuera así porque la vida es más hermosa que el teatro”.
Declaró que el personaje que mejor lo retrata en el cine es el gallito de Un gallo con muchos huevos, de los hermanos Rivapalacio Alatriste, “porque esa caricatura soy yo”.
Que tiene anidado en el alma “un humor tintanesco (de Tin Tan pues) y cuando puedo lo sacó a relucir”.
Bruno, su padre y su hermano Odiseo presentarán en Querétaro El último preso, comedia del absurdo sobre los abusos del poder. El plan original es que se presenten todos, incluido Demián, el más famoso de todos.
La pregunta obligada es si el actor de Los ocho más odiados, de Quentin Tarantino, estará o no el montaje el 16 de marzo en el Josefa. “Si me preguntas ahora si está confirmado Demián, te diré que lo que nos interesa es la obra”, respondió Bruno Bichir.
Recordó el actor que su hermano está trabajado en “muchos ámbitos” y que “a estas alturas todo mundo debe saber lo complejo que son nuestras agendas”.
Bruno reconoció que la gente quiere ver a Demián, “y no necesariamente a Bruno y a Odiseo”.
Dijo que Demián está ensayando y listo para dar esas funciones, “pero si eventualmente se dificulta por alguna razón lo harán saber con antelación porque no vamos a engañar a nadie”, dijo.
“Lo más seguro es que a partir de estas cosas hagamos menos proyectos juntos porque cada vez es más difícil juntarnos”, declaró.
El último preso o La policía, del polaco Slawomir Mrözek, con los Bichir, se estrenó a finales de 2014 y se mantuvo en cartelera hasta principios de 2015 en el Foro Shakespeare en ciudad de México. La obra se presentó por primera vez en México en 1968, con Humberto Proaño y escenografía de Fanny Rabell.
El crítico de teatro Salvador Perches describe así la obra: “El último preso, fue escrita en 1958 en tono de farsa para criticar el comportamiento restrictivo y dictatorial de las instancias encargadas de la administración de justicia, sin importar el país al que pertenecen”.
El arte no da respuestas, “hace preguntas” dijo Bruno y en esta obra se cuestionan, precisamente, “¿dónde está la libertad de expresión? La obra es una oda a la libertad”, agregó Bruno, actor de Todas mías, comedia de enredos amorosos de Joaquín Bissner.
De su padre, como director, dijo que “es honesto y muy amoroso” y que le gusta montar sus obras de forma compleja, como es el ser humano.
Finalmente el actor festeja el entrevistado que el teatro pueda servir “para hacer una reflexión profunda y mayúscula de la humanidad. “Que viva el teatro!”, concluyó.