Hace unos ocho años que las cuerdas vocales de Linda Ronstadt —las que le hicieron ganar 11 Grammys y vender unos 100 millones de discos— comenzaron a fallar. La cantante se preocupó pero “ni en un millón de años” habría sospechado la razón por la que, poco a poco, iba perdiendo la capacidad de cantar.
Finalmente, hace ocho meses le dieron el diagnóstico: padece Parkinson. Y con él, una fatalidad: Linda Ronstadt nunca más podrá cantar.
Este fin de semana, la cantante de éxitos como “You’re No Good”, “When Will I Be Loved” y “Blue Bayou”, reveló en una entrevista con AARP Magazine su penoso periplo hasta que fue diagnosticada. “No podía cantar y no podía imaginarme por qué. Sabía que era algo mecánico. Sabía que tenía que ver con los músculos pero pensé que se relacionaba más bien con la enfermedad de un tic que tenía. Y, la verdad, nunca se me ocurrió ir con un neurólogo”.
Ronstadt ha acumulado durante cuatro décadas un prestigio derivado no sólo de los premios, sino sobre todo de los riesgos que tomó a lo largo de su carrera: incursionó en teatro musical, en soundtracks de películas y hasta en música mexicana con canciones como “La rielera” y “La cigarra”.
Siendo una chicana que nació Arizona hace 67 años, Ronstadt decidió en 1987 formar un trío con las cantantes de country Dolly Parton y Emmylou Harris. Ya para entonces, Linda había transitado por el rock y el pop anglosajón con éxito, y a eso sumó el disco Trío, con canciones populares mexicanas. Ese mismo año lanzó Canciones de mi padre, en la que, según su biografía en el portal America Sabor, defendía su herencia multicultural ya que mientras anteriores generaciones de mexicano-americanos se veían obligadas a disfrazar sus raíces, en 1987 Linda tenía la influencia comercial para mostrar su raíz latina.
Además de éxito, consiguió cosechar cariño entre el público y por eso resultó impactante saber que nunca más podrá cantar. “Creo que he tenido Parkinson desde hace siete u ocho años, por los síntomas. Pero en ese tiempo tuve una operación del hombro y yo pensaba que las mano me temblaban por esa razón” .
En un momento de la entrevista, Linda habla con resignación de su futuro: “No lo hubiera sospechado ni en un millón o un billón de años. Nadie puede cantar con el Parkinson. No importa cuán duro lo intentes”.