A nivel empresarial, los expertos coinciden en que ignorar esta tendencia tecnológica es un error, no sólo por quedarse rezagados, sino porque tiene el potencial de mejorar procesos y la atención al cliente.
Ya existen sistemas de este tipo en industrias como la energética, alimentaria, seguridad, construcción, transporte e infraestructura; de hecho, el Internet Industrial de las Cosas contribuirá con 14.2 mil millones de dólares a la producción mundial para el 2030, estima la consultora Accenture.
Según la citada firma, para 87% de los líderes de negocios, el Internet Industrial de las Cosas será un creador neto de empleos principalmente en mercados maduros, aunque también tendrá impacto en economías emergentes. En México por ejemplo, el 62% de los líderes de negocio asegura que entiende el alcance del IoT, pero 61% aún no ha invertido en programas concretos.
“El Internet Industrial de las Cosas está aquí, ayudando a mejorar la productividad y a reducir los costos”, declaró Luiz Ferezin, director general de Accenture México. Añadió: “pero su potencial económico completo se logrará cuando las compañías cambien radicalmente cómo hacer sus negocios, trabajen con la competencia, formen alianzas con otras industrias e inviertan en nuevas habilidades y talento”.