Mitos y leyendas urbanas sobre la forma en que tratan a los donadores de órganos, es una de las principales causas que impiden a una familia el dar su consentimiento para que su paciente pueda dar a otras personas la oportunidad de seguir viviendo. El riñón y córnea son los tejidos con mayor demanda, pero son pocos son los donadores y los pacientes deben esperar años para recibir la noticia de que ha llegado un órgano que le puede cambiar la vida.
Con el concurso Pintando por la vida, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Querétaro en coordinación con la Secretaria de la Juventud (Sejuve), busca a través del muralismo fomentar el valor y respeto a la vida, promover la cultura de donación y trasplante de órganos y tejidos, como un acto altruista de vida y amor a partir de la muerte.
“Lo que nosotros queremos transmitir esa emoción de amor hacia la gente, de regalar, de dar vida. Si es bonito ver que un adulto se recupera cuando recibe un tejido, y evoluciona muy bien, pues más emocionante es cuando un niño que estaba a punto de morir tiene esa oportunidad de vida, eso es una gran satisfacción para uno y para la familia donante también debe de ser de júbilo y mucho amor, porque dio amor a través de su donación”, platicó a EL UNIVERSAL Querétaro la doctora Irene García Hernández, quien desde hace un año es la titular de la Coordinación de Donación, Procuración y Trasplante de Órganos y Tejidos del IMSS Querétaro.
En Pintando por la vida pueden participar jóvenes de 12 a 29 años de edad interesados en colaborar con uno o más bocetos relacionados con las temáticas: “Donación de órganos”, “Entorno familiar” y “Servicio médico”. Se seleccionaran 10 imágenes y los murales se plasmarán en clínicas de Querétaro y San Juan del Río. La fecha límite de registro es el 18 de noviembre. Mayores informes en: pintando.porlavida@imss.gob.mx
¿Cómo surge este proyecto que va encaminado directamente a los jóvenes?
—Va encaminado a la juventud porque es con quien hay que generar esa conciencia de dar, de donar, los tiempos van cambiando y las enfermedades van cambiando, antes las enfermedades de los viejos las tenían sólo los viejos y ahora se van transpolando a los adultos jóvenes y las enfermedades de los adultos jóvenes ahora la están teniendo los adolescentes y las enfermedades de los adolescentes ahora las están teniendo los niños. Esas enfermedades, en lugar de estar esperando edades más avanzadas, ahora la están presentando a edades más jóvenes, ¿cuáles son esas enfermedades que conllevan a nosotros solicitarles la donación? Las insuficiencias renales, el órgano que más necesita la gente es el riñón, nosotros nos apegamos a que esa cultura cambie desde los niños, los jóvenes, para que tengan una oportunidad de vida todos aquellos que requieren un órgano o un tejido.
¿Riñón es lo que más necesitan?
—Riñón es uno de los órganos que a nivel nacional está como primer lugar de las necesidades de la gente.
¿En Querétaro cuál es la estadística, cuántos solicitantes hay?
—Tan sólo en el Seguro Social tenemos mil 333 pacientes y esto va aumentando, esto en el primer trimestre del año. Mes con mes van a aumentando, diario entre tres o cuatro pacientes que debutan con insuficiencia renal y que a la larga o a la corta, dependiente de la evolución de su padecimiento, van a requerir de un órgano, de un tejido: el riñón.
¿Y cuántos donadores hay de riñón?
—Mucha gente apuesta a la donación de donador vivo dirigido. ¿Qué es eso? Que un familiar pueda donar un órgano, en este caso el riñón, pero ya no es tan fácil porque la histocompatibilidad aunque sea familia no se da y a veces no es factible encontrar un donador vivo dirigido ideal para tu familiar, es difícil. Lo que le estamos apostando es a la donación cadavérica y aunque hay mucho donador porque hay mucho fallecimiento, la gente no lo acepta. Tenemos pacientes que han sido potenciales donadores y cuando nosotros ofrecemos el trascender, el dejar un órgano, un tejido y salvar una vida, los padres, las mamás, los hermanos se niegan a la donación, esa es la cultura que hay que cambiar y yo apuesto que tenga que ser en niños y jóvenes el cambiarles la idea.
¿En este año, cuántos donadores de riñón han tenido?
—Hemos tenido cuatro donadores multiorganicos, cuatro de unos 20 multiorgánicos que pudieran haber sido. Por cada multiorgánico tenemos dos riñones y si esos 20 hubieran donado el riñón hubiéramos salvado a 40 personas, como tenemos dos riñones no se le dan los dos un mismo paciente, se le da uno porque con sólo un riñón podemos vivir, a un paciente que está en lista de espera se le da un riñoncito, al que sigue se le da otro; cada donador nos regala dos riñones y uno de ellos puede ser para un receptor que está en espera de un año o dos.
¿Cuál es el tejido que está en segundo lugar?
—Como segundo lugar es la córnea y es donde hemos avanzado un poquito más gracias a la voluntad de la gente. Llevamos procuradas 30 córneas y eso es muy bueno, nos pusieron una meta de 14, por tener tan baja productividad en años pasados, de hecho casi no había productividad, a raíz de este año nos mandan a capacitar a la toma de botón corneal y eso nos acorta los tiempos y las necesidades de que otros personajes entren en acción o nos apoyen para hacer dicho procedimiento, entonces al tener la capacitación inmediatamente detectamos el potencial donador, hacemos la solicitud, la familia nos dice que sí, hacemos la procuración y obtenemos el tejido para que otra persona tenga la oportunidad de volver a ver.
¿La donación de córnea es más aceptable?
—Sí es más aceptable, la gente tiene la idea, el mito urbano, la leyenda, donde dicen: “Les van a quitar todo”. Y no es cierto, nosotros le explicamos a la gente que no quitamos el ojo, que lo único que les quitamos es como un lentecito, como el lente de contacto que conocen, es lo único que tocamos, les explicamos y les quitamos esa idea de que les vamos a quitar todo el ojo.
¿Qué otros mitos existen?
—Hay que quitar los mitos, por cada mito la gente tiene un mito en especial. Si es un órgano dicen: Lo van a vender, tráfico de órganos, es que me van a dejar morir. Y no es cierto, dentro de esto todo está legislado, tenemos ética profesional, los que estudiamos medicina lo hacemos para salvar vidas y este programa es precisamente para que después de la muerte podamos seguir salvando vida y eso se logra con los trasplantes.
¿Y esos mitos son propiamente de México?
—No, de todo el mundo, pero obviamente se da más en México por nuestra cultura, nuestra política, nuestra educación.
¿Cuál sería la invitación a los jóvenes para que participen?
—Que ellos plasmen su sentir, qué sensación, qué emoción les transmite el trascender después de la muerte, mucha gente sí tiene esa idea: ¿Qué voy a hacer o qué pienso qué van a hacer de mí cuando fallezca? Pero mucha gente no habla de eso, le tiene miedo hablar de la muerte, es difícil que hablen de ese tema sobre todo en casa, hablan de lo que van a hacer mañana, mi futuro a 10 años, cómo me veo, los jóvenes terminan una carrera, quieren mil cosas, pero no sabemos lo que va a pasar mañana si yo fallezco. Lo importarte de esto es que tramitan la sensación de lo que piensan de la donación.