Amigos hasta la muerte es una puesta en escena montada en el patio de una casona colonial —a la usanza tradicional de los corrales de comedia de la época—, además de poseer una escenografía que simula un bar, en donde se desarrolla toda la acción.
Los personajes son tres: Ángel y María son una pareja que tienen un “mejor amigo”, Nacho, con quien mantienen una relación muy peculiar. La historia es una comedia que cumple con su cometido; de tal forma que, a través del buen humor, nos hace reflexionar sobre las relaciones de pareja, la importancia de los amigos, la lealtad, pero también sobre la vida y la muerte.
El ritmo de la pieza es muy ágil, los actores interpretan a sus personajes con soltura y naturalidad. El texto es sencillo, a pesar de su fuerte contenido, sobre todo porque tiene una fabulosa adaptación a nuestra cultura llena de “picardía”, con el uso de dichos y refranes mexicanos, de nuestro lenguaje. Se trata de un montaje muy actual que nos recuerda un tanto a Maridos y mujeres de Woody Allen.
El tema, al final, es el amor y la esperanza, las diferentes formas en que se continúa la vida, después de la muerte y cómo una verdadera amistad sobrevive a todo.
Los actores Andrea Ornelas, en el papel de María, Diego Rabell, en el papel de Nacho, y Jaidar Fernández, como Ángel, se llevan los aplausos del público por la diversión ofrecida por casi dos horas en dos actos.
Esta excelente obra teatral, de Javier Veiga, se presentó los días 17 y 18 de enero en El Corral de Comedias. Sin embargo, el montaje sigue en cartelera, como parte del repertorio de la compañía, para que el público pueda disfrutar de ésta.