Con un cartel de lujo conformado por el rejoneador Santiago Zendejas y los matadores Arturo Saldívar, Fermín Rivera y Santiago Fausto, queretanos y visitantes de estados aledaños disfrutaron de una prolongada corrida en la Plaza Provincia Juriquilla.

La tarde comenzó con la actuación del rejoneador Zendejas, un joven promesa, quien se sintió como en casa debido a que recordó el inicio de su carrera en 2014, cuando debutó —en esta misma plaza— al lado de Patricio Pons, Pablo Álvarez Palillo, Íñigo Rodríguez y Diego García.

En esta ocasión, Zendejas ofreció una presentación que hizo palpitar el corazón de los presentes desde su primer toro “Principito”, al cual logró colocar banderillas en lo alto y pese a su buen trabajo, tuvo que bajar del caballo para realizar la estocada final, llevándose así las palmas del público.

En seguida llegó el oriundo de San Luis Potosí, quien mostró la casta que lleva en la sangre por ser sobrino de El Curro Rivera y nieto de Fermín Rivera; el matador se enfrentó a “Jonny”, parte de la ganadería guanajuatense de Luis Felipe Ordaz, los asistentes lo acompañaron al cántico de “olé, olé” mientras sonaba el clásico paso de la muerte, para luego terminar con la estocada.

Sin duda, el matador estrella de la velada fue Arturo Saldívar quien, pese a los momentos críticos de la corrida, demostró por qué ha compartido cartel con los grandes, como El Payo. La adrenalina de los asistentes se disparó cuando al abrir la puerta de toriles, su primero salió rápidamente y, antes de dar la vuelta completa, saltó al callejón —afortunadamente sin consecuencias—.

Tras el incidente, Saldívar dio lo mejor de sí y los espectadores se lo agradecieron brindándole la mejor ovación de la noche tras la estocada que, aunque fue un tanto trasera, logró abatir al toro, haciéndose acreedor a una oreja.

Cerrando el encuentro, Santiago Fausto dejó mucho qué desear ya que “Hurácan” fue un toro díficil y, pese a que logró arrancar una que otra expresión de júbilo, fue notorio que estaba fuera de forma.

Al concluir, Fausto ofreció su faena al cantaor de flamenco Diego Ramón, El Cigala, quien ya se preparaba en los burladeros para ofrecer su concierto, pero debido a que ya eran altas horas de la noche, los asistentes inquietos comenzaban a desesperar por el encuentro musical e incluso algunos abandonaron la plaza.

Sin embargo y luego de la espera, la Plaza de Toros Provincia Juriquilla vibró con el flamenco y fanáticos del género disfrutaron temas como “Inolvidable”, “Amar y vivir” y “Dos gardenias”, entre otras emblemáticas piezas.

Finalmente, los asistentes agradecieron las interpretaciones musicales que cumplieron sus expectativas con el cantante español de etnia gitana.

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