Pasión y muy buena calidad son conceptos que se fusionan para conformar “Tacosta”, un restaurante que como su nombre lo dice, ofrece tacos de mariscos, pero con el estilo único que Alejandro Aguilar le pone a sus platillos.
Originario de la Ciudad de México y con experiencia en el ramo restaurantero, en distintas partes del mundo, el chef Alejandro planeó este proyecto desde hace un año con la idea de crear un restaurante innovador para disfrutar de los mariscos.
“Tacosta es un concepto distinto en cuanto a tacos de mariscos y pescado. Nuestros platillos tienen que estar bien preparados y montados, ya que no por ser un taco debe ser una simple tortilla, queremos darle a entender a la gente que se pueden hacer cosas ricas, pero también agradables para la vista”, comentó Alejandro.
Mesas de madera con adornos de flores, paredes azules que evocan al mar y tacos con un estilo único sumergen a los clientes por medio del aroma y el gusto, a un lugar muy cercano a la costa.
Servidos en platos de peltre, el viaje a la playa —por medio del paladar— comienza con un delicioso caldito de camarón de cortesía, para después elegir cualquiera de los 23 platillos, los cuáles son elaborados de manera artesanal.
“La especialidad de la casa es el taco de carnitas de marlín, para el cual, el pescado se cuece por seis horas en manteca de cerdo y finalmente le agregamos nuestra receta especial; hay varios platillos que tienen una elaboración previa de muchas horas, con el fin de ponerle nuestro sello”, detalla el chef.
Para asegurar una experiencia culinaria real, “Tacosta” también ofrece snacks, tostadas, cocteles, postres y aguas artesanales, que también forman parte de la carta de este lugar, ubicado en la colonia Jardines de la Hacienda.
En cuanto al ambiente, el restaurante cuenta con música alegre, además de dos grandes pantallas en las que la gente puede disfrutar de la transmisión de partidos, o de su programa favorito, con la única idea de satisfacer al cliente.
“A mí me gusta lo que hago y me fascina darle el servicio a la gente, la cocina es un trabajo pesado, que debe gustarte para hacerlo bien, y tengo la creencia de que no podemos dejar que la gente se vaya enojada o mal cuando sale de comer, tienes que ofrecer algo de calidad, hago esto para hacer feliz a los visitantes a través de la comida”, puntualizó Alejandro.