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Transición de convento a museo

Transición de convento a museo
26/11/2012 |14:44
Redacción Querétaro
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El Museo de la Ciudad se creó el 14 de febrero de 1997 con el objetivo de ser un espacio rico en diversidad cultural que permea a la ciudad. El lugar cuenta con exposiciones, biblioteca infantil, espacios para la música, danza, entre otras cosas. Anteriormente, el inmueble era ocupado por las monjas Capuchinas, quienes arribaron a la ciudad en el siglo XVII. Estas religiosas son clarisas; sin embargo, ellas llegan después. Los primeros grupos surgen en Nápoles, Italia para posteriormente venir en 1665 a México para fundar un convento en la capital, informó la historiadora Luz Amelia Armas Briz. “A Querétaro llegaron bien poquitas, eran como 6 monjas. Después va creciendo y en 1718 el convento tuvo un promedio de 2 mil 200 monjas; normalmente era lo que había en el convento. Las monjas tenían ciertas características de su orden, como lo eran los votos de pobreza, vestían de manera sencilla, su sayal traía una capuchina, ejercían una vida austera, así como alimentarse únicamente con agua, verduras y pan. Además no podían contar con bienes raíces ni celdas particulares, todos los espacios eran comunes. “Las llegaban a regañar las autoridades eclesiásticas porque se enfermaban cada rato, tampoco andaban bien tapadas”, dijo. Un benefactor de esta orden religiosa fue Juan Caballero y Ocio, quien aportó capital para edificar el convento. Él contaba con una fortuna enorme, y también apoyó a los jesuitas, así como a la congregación de Guadalupe y de las monjas de Santa Rosa de Viterbo. Muere cuando se estaba planeando el convento de las Capuchinas. “En su testamento dejó por escrito cuánto dinero donaba aunque el ya no vio finalizado el trabajo. El arquitecto queretano que lleva a cabo la obra es Mariano de las Casas, quien también participó en obras a Santa Rosa de Viterbo”, finalizó Armas Briz. Gabriel Hörner García, director del Museo de la Ciudad, explicó que el lugar tiene 15 años de existir, “en este espacio se ofrece la cultura viva de Querétaro, es un espacio de los ciudadanos”. Informó que tienen una plantilla de visitas alrededor de 200 personas por día, la mayoría son jóvenes, sin embargo también hay un buen porcentaje de otras edades y también de otras partes de la República Mexicana que llegan de visita a la ciudad. Son 15 personas las que trabajan día a día en este centro que está afiliado al Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, quien aporta recursos. Es un espacio público, abierto para quien quiera realizar alguna actividad u exposición -entre otras cosas- sin ningún costo; siempre y cuando cumpla con estándares de calidad.