Russell Crowe se dice satisfecho con su trabajo como director en El maestro del agua, cinta que también protagoniza en el papel de un granjero que busca a sus hijos.
¿Fue complicado dirigir?
Lo más importante es estar prevenido del nivel del estrés que experimentas cuando te sientas en la silla del director. También es importante conseguir un nivel de intimidad adecuado con los actores. La experiencia ha sido positiva.
En Australia y en Turquía las proyecciones han ido muy bien. Con los turcos, espero que entiendan que uno ha hecho lo imposible por profundizar en su cultura.
De alguna manera es una vuelta a mis orígenes. Vengo de películas independientes, con poco dinero.
Me gusta elegir proyectos que puedan contribuir a mí y a quienes los ven. La misma norma que espero seguir como director.
Se mostró muy entusiasmado. Con él he entendido mejor la profesión de director sin preguntar.