El futuro de Florentino Chávez está en corregir el renglón que tiene pendiente, publicar nuevos libros es algo que no le importa mucho, tampoco está en espera de aplausos, al poeta sólo le interesa escribir bien.

“Ahora ya trabajo mucho sin pensar en el porvenir, no me importa si me publican o no, si lo que tengo sale a la luz o no, lo que me importa es que esté bien hecho, porque lo más importante es hacer bien el trabajo, aunque nadie te aplauda ni lo vea”, afirmó el decano de los poetas de Querétaro, en la presentación de su libro Diversos.

Lo que sí le preocupa es el color de la realidad a la que se enfrentan las nuevas generaciones. “Es un color doloroso, un color preocupante, difícil, muy lastimosamente mexicano, ya no son los rosas extraordinarios de Tamayo, ni los de papel de China. Hace días me invitaron a una lectura en el Tecnológico Regional y uno de los chavos me dijo: ‘¿No trae un poema de dolor?’ ¡Un chavo! Ellos estaban recuperando, repitiendo cantos dolorosos de los esclavos africanos, que son verdaderamente estremecedores, y creo que la realidad del país también es verdaderamente difícil”.

Araceli Ardón, directora del Centro de las Artes de Santa Rosa de Viterbo y columnista de EL UNIVERSAL Querétaro, presentó el título más reciente de Florentino, en una charla donde el poeta y narrador reveló cómo le ha afectado el lenguaje.

El lenguaje nos afecta de diversas maneras, tanto nos estimula como nos limita, por ejemplo, hay una época en que las palabras de los demás son pequeños dogmas para bien o para mal, nos van guiando en el laberinto del crecimiento y del ser, nos estimula o impide ciertos accesos; pero creo que quien maneja en realidad el lenguaje son los pequeños, ahí están los poetas, la lengua poética entre más se acerque a la lengua de los niños es más neta, es más original”, aseguró.

Florentino Chávez nació en Querétaro en 1942, su abuelo era un carnicero que tenía el don de la palabra, de su abuela materna conoció los primeros rezos y de su padre oyó los primeros versos.

Desde niño mi padre nos contaba siempre cosas diferentes, no lo dejábamos dormir hasta que no nos contara algo, de su infancia, de los antepasados, como él era un hombre anterior a la electricidad —así se denominaba— nos entretenía contándonos cosas”, narró el poeta.

Su primera influencia literaria es el poeta Salvador Alcocer —Chava para los cuates— quien lo adentró a la literatura europea, juntos leyeron autores como Eugène Ionesco, T. S. Eliot y William Carlos Williams.

En su nueva publicación, Flores le dedica a Chava el poema “La nueva vida del poeta”: “Las muchachas ahora besas tu estatua/en el jardín/viejo zorro/en actitud de leer un espejo de dos caras/ cuentan sus cuitas enamoradas/ se te retratan/ en la nariz y la boca ponen sus piernas/ te daría mucho gusto poeta/ como es de medio mundo sabido/encantaba el olor de la compañera”.

En anterior entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, cuando presentó Los altares de la lluvia, Florentino afirmó que no escribe por dinero, “por fama, puede ser, popular y de barrio, entre los míos, sin pensar en la posibilidad de traspasar más fronteras que las propias”.

Su trabajo comenzó a destacar cuando escribía cuentos y su poesía se nutre de esa misma narrativa. Los planes a futuro del decano de los poetas de Querétaro son claros, “para mí es corregir el poema que tengo pendiente ahorita, tengo unos cuentos que estoy trabajando, algunos poemas también, el poema ya más existencial, ya no figurativo”.

Diversos, editado por el Fondo Editorial de Querétaro, fue presentado en el CEART de Santa Rosa de Viterbo y ahí mismo Florentino Chávez presentará el próximo 7 de julio, a las 19:00 horas, el libro del escritor Ismail Hjaniram el Said.

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