Inspirada en anécdotas reales, la actriz, directora y escritora Jessica Zermeño presentará hoy en el foro del Teatrito la Carcajada, Escuela de Stalkers, una comedia en donde el espionaje y los celos no son la mejor combinación.

La también creadora de El amor en tiempos de WhatsApp, se ha aventurado a llevar al escenario una serie de reflexiones acerca del mundo contemporáneo, caracterizado por la utilización de dispositivos y herramientas tecnológicas para interactuar y saber más acerca de los otros.

Desde el cartel se entreverá la comicidad y la agudeza creativa de la artista, quien anuncia que se trata de una comedia familiar no apta para novias psicópatas.

“Las redes sociales se han vuelto un tema de entre mis favoritos. Cuando comencé a idear de qué manera le iba a entrar a esta historia, me empezaron a llegar muchas experiencias de amigas que habían espiado o descubierto infidelidades a través de las redes sociales, de tal manera que dices: ‘no es cierto, ¿cómo descubriste eso?’”, comentó Zermeño, quien escribió el guión en enero de este año y en marzo estrenó la obra.

Se trata de la historia de tres amigas: Pina, una chica que sueña con casarse y comienza a planear su boda; Lavanda, una mujer soltera media sosa, y Morgana, joven escéptica que le gusta el espionaje y la venganza. Estas últimas descubren que el novio de Pina está saliendo con otra mujer, así que deciden prevenirla, no sin antes conseguir pruebas a través de las redes.

“Además de que representamos la realidad, hacemos una buena catarsis con el público porque se divierte y se refleja, entran en este rollo de ‘ah canijo, ¿a poco así me veo cuando lo hago?’”, compartió la escritora.

Zermeño aseguró que contrario a lo que se diga, es un fenómeno que ha alcanzado a todos en la actualidad, pues la risa nos hace cómplices.

“Nadie podría decir ‘yo nunca he espiado, o yo nunca he tenido la necesidad’. Haciendo un análisis del tema, todo empieza con cosas tan pequeñas como en la mañana, cuando despiertas y empiezas a ver lo que hizo todo el mundo, bajo la creencia de ser una situación normal e inocente. Con el tiempo, puede volverse tan maquiavélico que se llegan a romper relaciones”, señaló la actriz.

En su proceso creativo, Jessica no sólo recopiló historias, sino que además descubrió que existen herramientas que posibilitan a toda persona stalkear más fácilmente.

“Nos metimos a investigar muchísimas cosas, como las aplicaciones que se usan actualmente para hacerlo. Encontramos una en la que si esa persona es tu amigo y tienes abierta tu localización, permites que te vea en un mapa y sepa de dónde partes y hasta dónde llegas”.

También señaló que el espionaje a través de medios electrónicos no es un tema exclusivo de mujeres, ya que los hombres también lo hacen, aunque ellos se especializan más en esconder.

“Hay muchos momentos de la obra donde los hombres gritan: ‘No, no les den ese tip, no les compartan la aplicación’. Yo creo también ellos tienen ese lado, sólo que nosotras somos más evidentes. Las mujeres nos especializamos en ser stalkers y ellos se especializan en buscar, pero también en esconder, aunque a veces son muy malos”, aseguró entre risas.

Aunque ser stalker es una práctica arraigada en la población desde hace mucho tiempo, incluso antes de que llegaran estas plataformas y herramientas electrónicas, a través de la obra también invita a la gente a ser cuidadosa con la información que se comparte.

“Jamás nadie imaginó que íbamos a llegar a estos puntos. En esta puesta en escena tocamos el tema de que no es que ahorita haya stalkers, desde siempre ha existido esta necesidad de enterarnos de lo que hacen los demás; acuérdate de cuando ibas en la secundaria y la prepa, y estaba el famoso chismógrafo que todo mundo contestaba. Parecía una manera muy inocente de obtener información, aparentemente real, porque ponías lo que querías que los demás leyeran, lo que querías que supieran de ti. Son épocas, son temporadas, pero finalmente con ese libro no podías llegar a más”, explicó.

Finalmente, Zermeño afirmó que siempre que inicia un proyecto creativo busca no sólo hacer reír al público, sino aprovechar la ocasión para hablar desde la comicidad de todos los problemas y situaciones que se repiten y se presentan cada día en la vida de todos.

“Una de las cuestiones que más disfruto, es hablar de las cosas reales e invocarlas con la risa y hacer catarsis por medio de ello. Hay un momento en la obra en donde el público ríe y ríe, y entonces frenamos y decimos: nosotras somos actrices, pero allá abajo está la realidad, y tú la estás viendo. Cuida lo que publicas, lo que subes a las redes, lo que bajas, las aplicaciones, esas que no sabes a qué otra cosa te pueden llevar. Si la sabes bajar, investiga y protégete, también es ese el mensaje”, concluyó la actriz y guionista.

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