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Esta decoradora de interiores y diseñadora de moda autodidacta, revela que desde pequeña su mundo ha estado involucrado con la armonía y la belleza. Por eso reconoce que su amor por crear prendas surge precisamente de esa premisa. “No sólo me siento atraída por la moda, sino también por la decoración, la arquitectura, la música y la pintura, a las que considero mis grandes pasiones”, dice Meche Correa, quien revela que su mayor virtud es ver lo que los demás no ven.
Con 15 años de experiencia como creativa de moda, esta peruana se declara admiradora de la Virgen de Guadalupe y de México. “Adoro a los mexicanos y nunca me niego a un buen tequila; por ello no habría podido dejar pasar la oportunidad de aceptar la invitación de asistir a la pasada edición de IM Intermoda, en Guadalajara, Jalisco, una de las principales ferias a nivel Latinoamérica”, explica.
La colección, que exhibió en este evento, constó de trajes bordados en lana sobre tul y algodón, integrados por flores coloridas, una característica tanto de la zona del Ayacucho, en Perú, como de algunas regiones de nuestro país. También mostró sus inconfundibles ponchos inspirados en Huancayo, una zona de la Sierra del centro de Perú, donde los artesanos trabajan de manera virtuosa las flores.
El hilo conductor fueron las flores de gran formato, que igual se plasmaron en vestidos columna confeccionados en tejido de punto, que en siluetas inspiradas en los años 50. Imperaron también los talles altos, las faldas de corte lámpara con crinolinas y diversas texturas creadas a partir de bordados de hilo de alpaca sobre tul.
PERÚ, EL ORIGEN DE TODO
“No me rijo por las tendencias en boga, ya que mi principal inspiración es Perú. Tengo una enorme pasión por lo que mi país le regala a los sentidos: arte y cultura, que casi siempre están llenos de alegría, colorido, bordados, flores y tejidos”, reflexiona Meche.
En cuanto a su estilo, afirma que “ahora es válido mezclar prendas que antes eran exclusivas para el día o la noche; depende del gusto de cada clienta; hay quien prefiere maxivestidos y quien opta por vestidos cortos o largos, así como por la combinación de colores o estampados”, cuenta Correa, quien define sus diseños como atemporales y para todas las edades.
Sobre los materiales con los que trabaja, explica que su favorito es el algodón Pima, ya que lo considera el mejor algodón del mundo, pues es muy fino y suave. “Al emplear este material en alguna prenda, hasta te hace sonreír; aunque también adoro la fibra de alpaca, porque es maravillosa, tiene historia y es generosa”.
Acerca de las siluetas, Meche Correa asegura que maneja mucho los volúmenes, lo cual considera un verdadero reto, ya que las mujeres más voluptuosas “tienen miedo a verse gordas; sin embargo, yo hago magia y a las chicas más llenitas las disimulo, mientras que a las más delgadas trato de que se vean perfectas”, explica la modista, quien emplea gran labor artesanal en cada una de sus piezas.
EL VALOR ARTESANAL
“Trabajo con muchas mujeres y hombres peruanos de diversas comunidades, lo cual constituye una experiencia grata y ampliamente enriquecedora. Sin duda alguna, ellos son mi columna vertebral; sin su talento y participación, nada de esto existiría. Por lo tanto, mi producción no es masiva. Mis puntos de venta son pequeñas tiendas en diversos países como Estados Unidos, Australia, Japón y Brasil, por mencionar algunos. Aunque aún no vendo en México, es uno de mis planes a corto plazo, gracias al Tratado de Libre Comercio que existe entre nuestros países”, comenta una diseñadora que ha presentado sus colecciones en países como Francia, España, Brasil, Colombia, Chile y México, así como en la plataforma Perú Moda.
Sobre las técnicas artesanales que emplea, destaca el uso de materiales tejidos en telar de cintura y pedal, tejidos a palitos, crochet y bordados a mano, así como el trabajo de accesorios hechos con hueso y cuerno de toro.