El grupo Darkness buscó calentar al público de Lady Gaga con su actuación previa. Pero si los fans habían aguantado dos horas no era para dar su energía.
Every Inch of you, Growing on me, Nothing gonna stop us, Get your hands y Woman salieron del telonero, pero los casi 44 mil 600 “monstruitos” que asistieron a la fecha del The Born This Way Ball en el Foro Sol de la Ciudad de México guardaron la energía para su ídolo.
La cabalgata de las valquirias, de Wagner, dejó de sonar y por fin la cantante salió, 20 minutos después.
El gigantesco telón del escenario cayó y mostró el castillo iluminado en tonos magenta, amarillo y azul.
De la estructura medieval la la estrella del pop salió montada en un caballo simulado por seis bailarines y escoltada por una guardia para interpretar Highway unicorn. Los escuderos y sus pendones desaparecen detrás de la gigantesca escenografía.
Gaga desciende de una escalera vestida en negro y plata, y con una corona gigantesca. Se recuesta en una mesa de sacrificio para dejar que un encapuchado toque su cuerpo hasta las partes más íntimas en Government Hooker.
El castillo se abre y la Mummy Monster sale de la parte superior de una araña gigantesca en la que la cantante saluda con un halago: “México, ustedes son el futuro”.
Al grito de “Hola”, Born this way suena mientras diez bailarines acompañan a la cantante, ahora con un vestido amarillo, en la coreografía.
“Disfruten esta noche, México”, solicitó la figura del pop, ante el grito complaciente de sus seguidores.
Idilio
El idilio entre Gaga y sus seguidores mexicanos se confirmaría cuando al ejecutar la coreografía de Poker Face se tropezó y cayó al piso del escenario.
La cantante se quedaría ahí durante unos segundos, pero luego continuaría hasta acabar de cantar su éxito. Lo que ya no pudo hacer, obviamente, es seguir con los pasos de la coreografía de la canción.
Enseguida se volvió a dirigir al público: “Sé que ustedes son especiales mis pequeños monstruos, porque son un poco de moda, de música y de amor”, dijo antes de cantar el tema Judas.
A diferencia del año pasado, donde provocó una locura a las afueras del Foro Sol, en esta ocasión sólo algunos little monsters se dejaron ver con disfraces antes de que comenzara el espectáculo.
Una que otra adolescente compraría pelucas multicolres que costaban 170 pesos, pero sin tener maquillaje o la indumentaria.
Al interior del recinto ya algunas imitadoras y fanáticos con mayor producción se tomaban fotos con otros asistentes que las veían, incluso, con curiosidad.