El productor, actor y cantante Eduardo Verástegui ofreció la conferencia “El Arte del Éxito, Rompiendo Fronteras” en el marco de la primera cumbre “Un Millón de Jóvenes por México, Agentes de Cambios”, en el Centro de Congresos de Querétaro, sede de este encuentro de talla internacional.

Verástegui se dijo honrado de volver a su país, de estar en Querétaro y de poder compartir con jóvenes de los diferentes estados de la República Mexicana las experiencias que han transformado su vida.

El actor comenzó hablando de sus orígenes, “vengo de un pueblito muy pequeño en Tamaulipas, soy el mayor y único hombre de cuatro hijos y mi padre quería que fuera abogado y porque lo respeto y lo quiero mucho decidí estudiar la carrera de Derecho. Pero en el segundo semestre me di cuenta que eso no me apasionaba, tenía 18 años”, dijo.

Su vida como cantante y actor inicia en la Ciudad de México a donde se muda “para incursionar en lo que me apasionaba, empecé primero cantando en un grupo que se llamaba Kairo, éramos tres intérpretes de música pop y viajamos por diferentes partes de Latinoamérica promocionando nuestra música”.

Después de participar tres años y medio con este grupo musical, comienza a realizar telenovelas. “Posteriormente, me mudo a Miami para incursionar nuevamente en la música. En la promoción de mi nuevo disco viajo de Miami a Los Ángeles donde conozco a una persona que realizaba audiciones para una película”.

Cuenta que luego de una semana se queda con el papel, al tiempo que lo solicitan como bailarín de flamenco para un video de Jennifer López, comenzando así una nueva etapa como actor en Hollywood, situación que le hacía feliz, pero por otra parte no estaba conforme.

“Sentía un vacío, estaba inquieto, inconforme de nada, obviamente no era feliz, algo me faltaba, no estaba contento pero no sabía qué era. Gracias a Dios conocí a una maestra de inglés que me cambió la vida, platicamos un ratito, me empezó a hacer muchas preguntas interesantes, profundas, con sentido, pero al mismo tiempo muy sencillas, y poco a poco, me di cuenta de muchas cosas, entre ellas las responsabilidades que tenía como actor”, contó.

Recuerda a su personaje de drogadicto en la telenovela Soñadoras, sin darse cuenta de las consecuencias negativas que esto acarreaba y del que “aprendí las responsabilidad que muchas veces por ignorancia no seguimos”, debido a que en alguna ocasión se le acercó un joven para decirle “yo comencé a drogarme por tu personaje, para mí fue como un cuchillo en el corazón, se me fue la voz”, se arrepiente.

Gracias a su profesora de inglés que le hizo reflexionar, luego de participar en la película Chasing Papi, Eduardo hace una conversión en su vida y en su trayectoria. En su nueva etapa ha participado como productor en la película Bella, en torno a la Virgen de Guadalupe. Actualmente, trabaja en su nueva película Litle Boy que se estrenará el próximo año.

“Yo no sé si el precio de elegir este nuevo camino vaya a ser que nunca más vuelva a trabajar en mi carrera, pero está bien”, expresó el actor.

Además de compartir sus experiencias con los jóvenes participantes en esta cumbre, donde también se manifestó en contra del aborto, Eduardo invitó a los participantes a ser verdaderos agentes de cambio y “descubrir que todos somos creados para una misión específica, y de nosotros depende que seamos fieles a esa misión por la cual hemos sido creados, levantarnos todos los días y usar los talentos que Dios nos dio para hacer una diferencia en la vida de los demás contribuyendo de manera positiva para crear un mundo mejor”, manifestó el actor de origen mexicano .

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