LOS ANGELES.— A un poco más de dos semanas del fallecimiento de su hija Jenni, Pedro Rivera regresó al trabajo porque, dijo, “así lo quería mi hija”.
“Estamos tristes por su partida pero a la vez mi hija siempre nos dijo que quería vernos contentos, que no lloraramos y que siguiéramos con nuestras vidas”, comentó el papá de la cantante.
“Ahora me invitaron a cantar en La Placita; no lo tenía planeado pero dije que sí. ‘Nada de tristezas’, diría mi hija”.
Pedro Rivera ignora cuándo se realizará la ceremonia para enterrar los restos de su hija. “Eso esta pendiente, yo también estoy desesperado igual que todo el público”. Indicó que el retraso se debe a asuntos legales. “Se trata de cosas delicadas y es por eso que se ha tardado (el entierro)”.
Desde hace tres años, don Pedro Rivera canta los fines de semana en La Placita Olvera. Ahora, desde hace unos meses puso un “puestecito” donde vende veladoras, flores, discos y playeras. “Estoy muy agradecido con el cariño que nos ha dado la gente”, indicó, “gracias por querer tanto a mi hija”.
Durante su pequeña presentación en la Plaza, el público se le acercó a Pedro Rivera para darle el pésame y de pedirle el autógrafo. En Noche Buena, la familia Rivera se reunió en casa de doña Rosa Saavedra, mamá de la Diva de la Banda. Ahí todos rezaron y recordaron a la artista.