En el corazón del Centro Histórico se encuentra un lugar que desde la entrada te transporta por medio de sus enormes cuadros a mágicos escenarios europeos, y que ofrece a sus clientes pizzas al estilo italiano pero con un toque mexicano.
La decoración es acogedora, con un ambiente cálido en el que las paredes de piedra brindan el protagonismo a la iluminación de pequeñas luces colgantes y muebles de madera con cierto aire rústico para brindar a los comensales una experiencia sensorial llena de sabores, elementos visuales y auditivos que los transporta al ‘país de la bota’.
Este restaurante nació hace poco más de 10 años en Tlaxcala, con el auténtico toque italiano, ya que el chef Umberto Pesticcio le imprime a cada pizza el sazón de las recetas de Italia, su país de origen, aunque también le incorpora ingredientes de la cocina mexicana.
Debido al éxito del proyecto, se decidió abrir una segunda sucursal y posteriormente expandirse con una tercera pizzería, pero ahora en Querétaro.
El lugar se distingue por sus originales combinaciones que complementan a la perfección la masa, con el cocinado al horno, por lo que independientemente de la especialidad, se convierte en toda una experiencia culinaria.
“Lo que diferencia a nuestras pizzas es lo delgado, que son más crujientes y que incorporamos ingredientes poco comunes para lograr otros sabores”, comentó Fer Flores, encargada de la sucursal.
Comenzando por las opciones más clásicas como la de pepperoni, hawaiana o vegetariana, el menú también ofrece especialidades excéntricas para los paladares más aventureros, tal como la bolognesa, la de camarones o incluso con chicharrón.
“Una de las recetas creadas por el chef Umberto es la de chicharrón, una pizza que lleva carne molida, salami y chicharrón duro”, detalló Flores.
Entre las más pedidas están la de ‘Prosciutto Crudo’, preparada con jamón serrano y queso parmesano, la ‘Capricciosa’, que lleva un poco de todo y la ‘Margherita’ que es la tradicional italiana por excelencia.
Además de las pizzas hechas en horno, se ofrecen pastas para todos los gustos, desde las clásicas hasta las más exóticas con ingredientes como frijoles, huevo, almeja y hasta piñones, un gran pretexto para consentir al paladar.
Pero si lo que se buscas es algo más ligero y saludable, también se puede ordenar una ensalada o frescas entradas como el carpaccio de la casa.
Para acompañar las especialidades, hay una gran variedad de aguas frescas o exclusivos vinos de mesa, y para concluir con la experiencia gourmet los postres italianos se convierten en el deleite de la mesa con especialidades como la ‘Panna Cotta’, una gelatina bañada en salsa agridulce de frutos rojos y el infaltable tiramisú, además de pie de limón, pie de queso y helado.
Con todas estas especialidades y opciones “La Piccola Italia” se convierte en un verdadero viaje europeo, todo envuelto en un gran ambiente, ya que de jueves a sábado cuentan con música en vivo.
gr