Jaime Flores promete un concierto “como la vida misma”, con matices románticos y nostálgicos, pero siempre concluyendo con algo alegre para despedir a su público con una sonrisa.
En entrevista con EL UNVERSAL Querétaro, el cantautor realiza una retrospectiva sobre lo que le inspira y la importancia que tiene para él compartir su cultura a través de los huapangos, además de la experiencia de escuchar temas suyos en la voz de otros artistas.
¿Qué podrá esperar el público queretano esta noche en tu presentación en el QBO?
— Traemos los éxitos de siempre, más algunos temas del nuevo disco, además vengo acompañado de mi banda y estamos preparando un setlist para que la gente se divierta, se ponga romántica, cante e incluso los llenaremos de nostalgia y melancolía al hablar de nuestra tierra y temas de pareja. La van a pasar muy bien porque es un show completamente nuevo.
¿Entonces sí incluirás temas de tu nuevo disco?
— Sí claro, pero también traemos canciones de los tres discos que he grabado solo, de Tres de copas y de los que han hecho famosos otros artistas, entonces la verdad contamos con un montón de material, sin embargo, las infaltables son “Qué lástima”, “Otra vez” y “Amor mío”.
Para ti, ¿cómo es un concierto ideal?
— Un concierto debe ser como la vida misma, con diferentes matices; porque no puedes estar todo el tiempo triste, feliz o enojado, y así deber ser un show. Para mí, comenzar un concierto y encontrarme con gente que está dispuesta a oír lo que le vas a contar y cantar es empezar ganando, para luego llevarlos por una historia y pasar por emociones tristes, alegres o nostálgicas, y finalmente terminar siempre arriba y con un buen sabor de boca para dejar algo rico en el corazón.
¿Con qué tema te gusta cerrar tus presentaciones?
— Me gusta terminar con “Esta vida”, que es un huapango y un canto para celebrar la vida misma, procuro que la gente se vaya con esa alegría.
Sueles visitar Querétaro, ¿por qué eliges este destino frecuentemente para tus shows?
— Uno va a donde lo quieran oír y Querétaro siempre se ha distinguido por querer escuchar propuestas, incluso en el Trovafest llegan hasta 40 cantautores con sonidos distintos, y cuando me ha tocado estar ahí, noto que a la gente le gustan los más clásicos de trova, pero también disfrutan a los que son divertidos en sus letras y hasta los huapangos, es el público ideal; abierto, conocedor y dispuesto a escuchar nuevas cosas.
Con qué ícono te identificas más, ¿con el de trovador o bolero?
— Para mí el que canta trova es como Silvio o Pablo, que tienen una propuesta de protesta política, pero también manejan un lenguaje que se relaciona con el amor, pero de una manera distinta y esa es la parte bonita de ellos, que no son de palabra simple o barata, te ponen a pensar. También habemos los que tenemos música más popular y sencilla, pero que de cualquier forma tiene su complejidad, y en general me identifico con todas las propuestas, al final cada quien dice las cosas de diferente manera y eso es lo que enriquece, la mía es la romántica, la alegre, la que tiene que ver con el huapango y es 100% para sentir.
¿Cómo ha respondido el público a tu más reciente álbum “Desde mi corazón”,?
— Es un disco más romántico y sensible, afortunadamente lo han recibido muy bien y estoy por lanzarlo en físico, y eso seguramente le va a dar un nuevo impulso.
Siempre has relacionado tu música con tus raíces, ¿qué tan importante es esto a nivel cultural?
— La maestra Ema Elena Valdelamar decía que los compositores tenemos la obligación de enseñar, y no sé hasta qué grado esto sea real, pero en mi caso yo soy de la Huasteca y compongo huapangos desde niño, entonces para mí esto es como una expresión de mi tierra, mi cultura, mis raíces y mi folklor, y creo que sí es una obligación compartirlo, además de que me encanta hacerlo.
Como compositor, ¿qué significa que alguien más le ponga voz a tus temas?
— Es padre porque siempre existe la posibilidad de verse en un espejo y escuchar cómo otra persona interpreta lo que tú compusiste, cómo lo vive. A veces, los artistas tienen una historia personal, y al escucharlo ves cómo la sintió e interpretó, para mí es maravilloso leer y ver cómo alguien más vive la historia que tú creaste. Por otra parte, cuando era niño, mi hermano me preguntó qué sentía al escucharme en la radio y yo le decía que es como decirle a la gente: ‘Aquí estoy, me entrego y sepan de mí’, y eso es lo que nos permiten las canciones, decir quiénes somos y qué sentimos.
bft