En los últimos años pintores, cineastas, escultores, diseñadores y fotógrafos, entre otros artistas nacionales, han logrado llevar en alto la cultura mexicana. El “boom” de esta tendencia ha logrado traspasar fronteras hacia otros continentes, dándole en ocasiones mayor valor fuera de nuestro país.

En octubre de 2016, María Olguín, mejor conocida como Malú, y Román Sauza, integrante del colectivo “Yo Soy Yoho”, participaron de manera individual en una exposición sobre el juguete mexicano, fue ahí donde el talento los unió.

Buscando fortalecer en los queretanos el amor por nuestras raíces, Malú y Román emprendieron este proyecto con otros colaboradores para crear un mural en el que personas de todas las edades pudieran sentirse identificadas con su país por medio de la pintura.

Los artistas. Malú es una joven egresada de la carrera en Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), durante su formación universitaria tuvo la oportunidad de realizar un semestre de intercambio en Salamanca, España, y actualmente se encuentra cursando un diplomado en Especialización de Artes Plásticas.

“Esa residencia me dio la oportunidad de conocer más sobre la obra plástica europea, aunque me abrió los ojos para darme cuenta del valor del arte mexicano y latinoamericano, sin duda allá es valorado como una riqueza cultural”, comentó María Olguín

El trabajo de esta artista se caracteriza por tener un hilo conductor que busca resaltar la cultura y las tradiciones mexicanas a través de los colores vivos.

“Me gusta reflejar la verdadera esencia de nuestro país, está increíble que la globalización expanda a todo el mundo nuestras artesanías, pero nosotros mismos no debemos dejar que se hagan representaciones equivocas”, dijo Malú.

Colectivo Yo soy Yoho es un conjunto de jóvenes antropólogos que buscan rescatar la lengua otomí a través de una pequeña muñeca parlante llamada “Shani”, idea que nació de una larga velada de pláticas e insomnio por parte del fundador Román Sauza.

En un intercambio con mujeres artesanas de la localidad de Amealco el proyecto comenzó a tomar forma, posteriormente se realizaron pláticas con estudiantes de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro logrando instalar el sistema del habla español y otomí con frases cotidianas.

Hace unos meses el equipo amplió su gama creando una segunda muñeca inspirada en una de las mayores exponentes de pintura y poesía mexicana, Frida Khalo, juguete que se encuentra en el proceso de culminación.

El mural. Malú y Román comenzaron el año con el pie derecho, ya que después de varios meses de trabajo, búsqueda y preparación, al fin lograron conseguir el espacio necesario para proyectar sus bocetos en grande.

“La directiva del Gómez Morín nos dio la oportunidad de ocupar un espacio bastante amplio, la idea principal era un solo mural pero logramos extenderlo a tres. También tuvimos el apoyo de un chico que nos aportó la pintura, así que al tener el material completo nos aventuramos a realizar este gran proyecto”, compartió Malú.

La primera parte está dedicada a la muñeca “Shani”, quien entabla una plática con una niña. Esta es la obra principal, ya que cumple con el objetivo primordial de los artistas por reavivar el consumo del juguete mexicano con el plus del conocimiento de una lengua indígena.

La segunda pintura consiste en una ‘selfie’ conformada por los tradicionales juguetes de antaño: luchadores, caballos de palo, títeres y alebrijes, entre otros cuantos, que han hecho que niños y adultos se detengan a entablar pláticas generacionales.

Mientras que la tercera hace referencia a la nueva creación del Colectivo, “La Frida”, haciendo hincapié en la importancia de la cultura mexicana a través de los años.

Como fecha tentativa Malú y “Yo soy Yoho” tienen planeado inaugurar el gran mural a mediados de febrero con una alta expectativa de proyección cultural para los queretanos.

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