Entre aplausos y muchas carcajadas, José Luis Slobotzky se presentó en el escenario de la Caja Popular, uno de los recintos consentidos por el público queretano, especializado en la magia del stand up.
Durante más de dos horas los asistentes fueron testigos de un show de comedia, en el que imperaron chistes de situaciones cotidianas que el invitado estelar ofreció como parte de su repertorio conocido por sus seguidores, mismo que duró cerca de 60 minutos.
“He trabajado unos dos años en esta rutina, la he pulido y en ocasiones le quito o le agrego situaciones, todo depende del escenario”, comentó el standupero para EL UNIVERSAL Querétaro.
Slobotzky también confesó ser un gran admirador del público local, pues considera que su respuesta es sincera.
Por otra parte, destacó que este 2018 es un año movido para él, ya que tiene agendadas presentaciones en Pachuca, Ciudad de México y Guadalajara, entre otros destinos.
—Como tal fue a los siete años viendo películas de Cantinflas, lo amo con toda mi alma, mi papá me ponía a verlo desde que era muy pequeño, las repetía muchas veces y hasta la fecha soy súper fan.
—Creo que cuando conocí la aplicación de Vine y comencé a subir videos. Vi que a la gente le gustaba lo que hacía. Después conocí a Gon Curiel un standupero ya de mucho renombre, me dijo que él daba clases, me invitó a su curso y a partir de ahí ya desarrollé mi camino.
—Involuntariamente tengo influencia de mucha comedia americana que he visto, así como europea y mexicana, incluso personajes con los que convivo diariamente como profesores, ex novias, amigos, todos ellos me dan una comedia involuntaria.
—Tiene mucha influencia porque justamente el target al que le pegamos es millennial, que son jóvenes que se están formando —de unos 18 a 30 años— entonces no tanto como ponerte una bandera filosófica, pero sí es bueno dejar un mensaje, además de que cause gracia y pasen un rato agradable; que los haga reflexionar un poco y que las ideas que compartes tengan algo de responsabilidad.
—Veo mis videos de cuando empezaba y ya no me gustan, me dan mucha pena. La primera vez que me grabaron fue en un open mic en el que fui a probar mi rutina, no me gusta verlo pero contradictoriamente sí, puedo ver que antes sólo me preocupaba por hacer reír y ahora me ocupo para que la gente escuche mi voz.
km