Diariamente a mediodía comienzan a surgir deliciosos aromas desde la cocina de Kaori, que invitan a los comensales a ser parte de una experiencia culinaria única.
Rollos, conos, sopas a base de miso, además de ceviches y tostadas son las delicias japonesas que se ofrecen a través de las exclusivas recetas de autor, con el infaltable toque “mexicanizado” brindado por salsas y chiles.
El restaurante ofrece una vista espectacular de la ciudad, especialmente por las tardes al momento de la puesta del sol. Al centro se encuentra un árbol de cerezo que fue colocado a propósito del logotipo del restaurante, pero que además, en la cultura japonesa representa la belleza de la naturaleza y el renacimiento de la vida.
“La idea era que todo reflejara algo estilizado, pero casual al mismo tiempo, desde las mesas y sillas, hasta lo que ves a tu alrededor”, dijo Fernando Ocampo, fundador de Kaori.
Para comenzar, el menú está dividido en secciones y ofrece tostadas y ceviches, servidas con salsa de anguila o mango, a modo de entradas.
En el siguiente tiempo, siguen las sopas tradicionales, que pueden ser a base de miso y dashi, acompañadas con cebollín, fideo de arroz y tofu.
Para los amantes de las ensaladas, este restaurante incorpora preparados con ingredientes característicos como atún fresco, alga wakame o alga hiyashi.
Y para llegar a la mejor parte, el plato fuerte, hay una gran variedad de alimentos de cocina caliente, tales como rollos, conos, sashimis, woks y edomae sushi.
Sin embargo, Kaori no se conforma con el éxito de sus sabores de siempre, por lo que los chefs constantemente están experimentando y presentando nuevas creaciones. “Algo que me gusta es contratar gente joven, que esté cursando gastronomía o egresados, son personas creativas que constantemente están innovando. Ahorita nuestro chef principal, Antonio Ramírez, está en Japón con la intención de que conozca más de la cultura y traiga ideas”, concluyó Fernando Ocampo.
Su historia
Este lugar es una sucursal de un establecimiento ubicado en Puerto Vallarta, que tuvo sus orígenes en 1988, y que ha sido reconocido como el primer restaurante japonés de la región.
Hace más de una década fue administrado por diferentes socios, y por cuestiones del destino, terminó en manos de Fernando Ocampo. “Llevamos doce años con ese concepto, ahí me involucré con este tipo de comida y otros aspectos que ahora me ayudan con Kaori”, comentó el dueño.
Al mudarse a Querétaro se dio cuenta que en la ciudad podía abrir las puertas de un negocio similar, por lo que a finales de 2015 emprendió con pruebas de calidad, diseño, contrataciones, así como la búsqueda del local perfecto.
El resultado es un establecimiento que abrió sus puertas en enero de 2016 en Boulevard Bernardo Quintana, ubicado dentro de la Plaza 508.
Especialidades más solicitadas
Garra de Maneki: Callo de hacha a la plancha, servido sobre una base de mango, acompañado de alga hiyashi, masago habanero y ajonjolí.
Crunchy Roll: Arroz, alga por dentro; atún, salmón, kanikama y aguacate en el interior; frituras de tempura por fuera; bañado con mayonesa japonesa, con un top de alga wakame y hueva de pez volador.
Soya Kori: Ideal para acompañar los rollos; cuenta con un toque de limón, cebollín, soya, ajonjolí y el toque especial de la casa.
Rollo Papantla: Alga por dentro, arroz, aguacate, camarón tempura y queso crema en el interior; cubierto con plátano macho frito y bañado con salsa de cacahuate ligeramente picante.
De aromas y frescuras
Kaori significa aroma o esencia.
Los rollos de sushi son los favoritos de los comensales, son el 70% de las salidas diarias.
El pescado es traído desde las lanchas de los pescadores de Puerto Vallarta.